Luis Rubiales, hasta ahora presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), anunció este domingo 10 de septiembre a través de su cuenta en X (Twitter) su renuncia al cargo, tras el escándalo que se generó por besar sin consentimiento a la futbolista Jenni Hermoso en medio de la celebración del título mundial femenino.
Rubiales, quien también dejó su puesto de vicepresidente de la UEFA, comunicó su decisión al presidente en funciones de la RFEF, Pedro Rocha, a través de una carta en la que expresó su «fe en la verdad» y denunció una «persecución desmedida» y «muchas falsedades» en su contra.
«Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo», ha afirmado Rubiales, que fue sancionado por 90 días por la FIFA por violar el código ético del organismo.
Rubiales aseguró en el documento que su marcha contribuirá a la «estabilidad» del fútbol español y al «sueño de 2030», que consiste en organizar el mayor evento del mundo junto con Europa y África. Asimismo, agradeció el apoyo de los trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol en general, mientras envió un «fuerte abrazo» a sus hijas y su familia.