Autoridades panameñas anunciaron que se encuentran al límite de la capacidad para atender la ola migratoria que atraviesa la Selva del Darién. Ante el desborde de migrantes, han decidido deportar a quienes ingresen por esta ruta.
Este viernes 8 de septiembre, el gobierno de Panamá informó que han decidido tomar acciones contundentes en pro de restringir la migración en este paso fronterizo, por el que solo en 2023 han ingresado más de 350 mil migrantes irregulares, según detalló Juan Manuel Pino, Ministro de Seguridad de Panamá.
La Directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gonzaine, informó que serán removidos los puntos de control y asistencia migratoria en las localidades Bajo Chiquito y Canaán Membrillo. Los puntos de recepción de migrantes serán retirados con el propósito de disminuir los efectos que tiene la migración en el sistema sanitario y en la seguridad de las comunidades.
Otras medidas anunciadas son estimular la vigilancia en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, con el fin de prevenir las operaciones de redes criminales dedicadas al tráfico humano.
El ministro Pino reconoció que el país se encuentra al borde de sus capacidades en materia migratoria debido al masivo desborde de refugiados, que considera un problema de los países de origen y los de destino, por lo que descarta la responsabilidad que tiene su país, por ser un país de tránsito, al igual que Costa Rica, que se ve afectado por el tránsito migratorio.
