Un tribunal federal de apelaciones permitió el jueves que la barrera flotante que instaló Texas en una sección del Río Bravo, también conocido como Grande, permanezca en su lugar por el momento, un día después de que un juez se refirió a las boyas como una amenaza para la seguridad de los migrantes y para las relaciones entre Estados Unidos y México.
La orden de la Corte Federal de Apelaciones del 5to Circuito suspende un fallo que habría obligado a Texas a mover las boyas hacia la orilla del río a más tardar la próxima semana.
La barrera se ubica cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas, donde el gobernador Greg Abbott ha autorizado una serie de agresivas medidas para desalentar a los migrantes de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
La suspensión que concedió el tribunal de apelaciones con sede en Nueva Orleans permite que la barrera permanezca en el agua en lo que continúa el proceso legal.
La demanda fue presentada por el Departamento de Justicia en una rara instancia la que el gobierno del presidente Joe Biden recurre a la corte para impugnar las medidas fronterizas de Texas.
El miércoles, el juez federal David Ezra, de Austin, ordenó al estado que moviera la barrera, de unos 305 metros (1.000 pies) de largo de la mitad del río hasta la orilla, y describió las boyas como una “amenaza para la vida humana” y una obstrucción de la vía fluvial. El gobierno mexicano también ha protestado contra la barrera.
Al solicitar una orden expedita para permitir que la barrera permanezca en su lugar, Texas dijo al tribunal de apelaciones que las boyas redirigen a los migrantes a puertos de entrada y que “no se ha reportado ninguna lesión provocada por las boyas”. El mes pasado se localizó un cuerpo cerca de las boyas, pero funcionarios de Texas dijeron que la información preliminar indicaba que la persona se ahogó antes de acercarse a la barrera.
Texas instaló la barrera colocando anclas en el lecho del río. Eagle Pass es parte de un sector de la Patrulla Fronteriza que ha registrado el segundo mayor número de cruces de migrantes este año fiscal, con alrededor de 270.000 encuentros, aunque la cifra es menor en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El gobierno federal ha dicho que los cruces fronterizos ilegales han ido a la baja después de que entraron en vigor nuevas medidas migratorias en mayo pasado, una vez que expiraron las restricciones al asilo relacionadas con la pandemia.