¡Ay de ti, destructor no destruido, traidor no traicionado!
Cuando acabes de destruir, serás destruido;
cuando acabes de traicionar, serás traicionado.
Isaías 33:1.
Julio Vásquez el coronel psicópata sufrió ghosting, como él acostumbra aplicarle a sus víctimas.- En la mañana del día de San Agustín de Hipona, invadido por el pánico al verse cercado por su sustituto quien le quitó las llaves de la oficina, lo sacó de su despacho, le dijo fuera varias veces con enérgica voz de mando y lo dejó tartamudeando en un patético ataque de disfemia, y los platinos se le pegaron aún más como usualmente le ocurre. Es que el coronel psicópata sufre además de tartamudez o disfemia, un trastorno de la comunicación que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en la cara y el cuello, producto del miedo y del estrés.
Pues bien, impactado al verse sitiado por otro coronel que lo estaba desalojando de lo que hasta ahora ha sido su cueva o su burbuja narcisista; Julio Vásquez que es el mismo Séptimo Masquer, empezó a usar su teléfono inteligente de ultima gama y última generación comprado con dinero sucio producto de las extorsiones a los usuarios; y se dispuso alarmado a pedir auxilio y explicaciones a su superior el General Besarás también conocido como “cinco para las doce”. El caso es que su superior jerárquico, Besarás, le cerró las llamadas, le desvió las llamadas, le trancó las llamadas y lo dejó solo para que afrontara su desmadre dejándolo en visto en los mensajes de Whatsapp.
En ese momento Julio Vásquez sintió el verdadero terror.- Nadie, incluido su superior, pero nadie en el Distrito le contestó las desesperadas llamadas de auxilio; sino que le colgaron y lo dejaron en visto en los whatsapp. Aquí experimentó Séptimo Masquer o Julio Vásquez en carne propio el ghosting que todo el tiempo y en todo evento aplicó a sus víctimas, subordinados, usuarios y funcionarios, quienes tenían que tolerar tales afrentas y desmanes de este miserable militar que se creyó eterno en ese cargo. El ghosting es el desprecio que hace una persona a quien se le escribe o se le llama y se hace el fantasma, desapareciendo literalmente. “Es un no estoy para ti” pero “en una especie de guerra fría” y quien llama o escribe recibe grande golpe en su autoestima, con lo que quien ghostea se desentiende de quien lo busca o lo requiere. En efecto Julio Vásquez se manejó todo el tiempo de esta manera, aplicando ghosting a las víctimas y echándose de superior a todos, de modo despreciativo para sentirse “importante” en su jactancia y prepotencia.
Julio Vásquez aprendió en carne propia lo que es la indefensión.- Y no le quedó de otra a Julio Vásquez que retirarse pacíficamente del sitio y comprender lo que es la indefensión aprendida, por la que sus víctimas nunca pudieron protestar porque no fueron escuchados ni por él ni por quienes le sirvieron de adláteres en la nefasta gestión en la que una institución fue demolida en su prestigio y buen nombre por la acción de un coronel narcisista psicópata. Cuánta desgracia para esta institución que Julio Vásquez se haya atravesado en su hoja de ruta y en su destino. Este día de San Agustín de Hipona el escarnecedor supo lo que es ser escarnecido. El escarnecedor Julio Vásquez no tiene ningún remordimiento, es presuntuoso, egoísta y soberbio. Le gusta ridiculizar y humillar y se burla de manera cruel de las personas. Esta vez el coronel psicópata se sintió escarnecido en su soberbia de hombre malvado.
La indefensión aprendida, también denominada por algunos expertos como impotencia aprendida, es un término utilizado en psicología para hacer referencia a aquellos seres humanos que han «aprendido» a comportarse de forma pasiva ante todo tipo de problemas porque han experimentado que nadie los escucha ni los atiende y que su justa queja quedará como de costumbre sin respuesta y será eludida y olvidada, sin ser tomada en cuenta, por lo que optan por no reclamar porque sería en vano o una mayor pérdida de tiempo.
Antecedentes.- El día de los santos inocentes capturan a monos voladores culpables. Reseñamos en aquel momento el primer ataque de pánico público y notorio del coronel Julio Vásquez o Séptimo Masquer, cuando cayeron presos sus cómplices los monos voladores que forjan títulos valores estafa en la oficina de control de las extorsiones OCE, que son documentos encargados o mandados a hacer por este castrense que no se le divisa el honor y que dejó a sus compinches a su suerte de ser procesados penalmente. Tal cual su personalidad traicionera Julio Vásquez nada hizo para salvar a sus serviles monos voladores, que resultaron otras víctimas de él. O por lo menos no ayudó a Letizia por no tener los vínculos idílicos que mantiene con el rey.
La cobardía del rey, de Letizia y del marido en fuga.- Pero los monos voladores por cobardía atormentados en su propio pánico, no delataron al militar nunca más ascendido al doctor fraude. No obstante están marcados para toda la vida y nada les borrará su identidad de corruptos delincuentes y aunque parezca ganancia para ellos que andan con dólares y elegantes camionetas, el hedor a mierda no se les quita de encima. ¿Recuerdan al rey, a su asistente la corpulenta morena Letizia y a su marido en fuga?. Pues en aquel entonces los títulos valores con los que capturaron en flagrancia a este dúo de culpables pero ingenuos monos voladores, al rey colombiano y a la reina Letizia, esos documentos como es habitual fueron elaborados por orden de y para Julio Vásquez para la venta en el mercado negro que instauró con su Grupo de Delincuencia Organizada GEDO, desde que empezó a parasitar la institución.
Una mañana peligrosa del día después de los santos inocentes.- En la mañana siguiente se atendió con urgencia a Julio Vásquez o Séptimo Masquer al sentir que lo “cogerían” por una orden judicial; experimentando latidos fuertes o rápidos del corazón, sudoración, escalofríos, temblores, dificultad para respirar, debilidad o mareos, hormigueo o entumecimiento de las manos y hasta dolor en el pecho. Así tal cual quedó registrado en el Departamento de Servicios Médicos de la institución, por los asientos que hizo el galeno de entonces. Uno que otro “peo” o ventosidad mal oliente y pedregosa expulsadas por el paciente, delataban el nerviosismo del doctor fraude.
El caso es que Julio Vásquez, se precipitó desesperado a la Oficina de Control de Extorsiones OCE, para borrar cualquier rastro, elemento y prueba que lo incrimina y lo vincula en la comisión de esos delitos. De modo que se posesionó de esa oficina a la que mudó temporalmente su despacho para mantenerse vigilante de cualquier “sorpresa de investigación fiscal”, por la cual era pronosticable que lo imputaran junto a su monos voladores por los delitos de corrupción y forjamiento de títulos valores estafa. Pero los monos voladores se estupidizaron y «el malayo ese» del coronel psicópata pudo escabullirse de la justicia otra vez, esta vez.
Hasta de espaldas se les reconocía.- Todo apuntaba que por aquellos sucesos por los cuales capturaron en flagrancia al rey y a la corpulenta morena la reina Letizia, de igual modo se le pondrían los ganchos a Julio Vásquez y por esa predictibilidad, el coronel narcisista psicópata, voyerista, licántropo y bisexual, entró en “ataque de pánico”, y estaba realmente choreado, cagado. Por lo que nombró a la cabeza de esa oficina a Chabela su suplemento narcisista quien con la ayuda de un grupo de sus amigas de curso, un puñado de mujeres delincuentes entre ellas la más leal de todas, El-la (en lengua romance) se dedicaron a desfigurar de modo transitorio los registros computarizados del cuerpo del delito – destruyeron muchos discos duros – , en lo que les fue útil Juanita quien aún está cobrando salario sin trabajar y quien a la postre traicionaría a Ananás, la estilista del psicópata y Jefa de otra de las columnas de corrupción.
El 28 el día malo para Julio Vásquez.- El caso es que, ese día de los santos inocentes, Julio Vásquez o Séptimo Masquer como también se le conoce, “andaba de muerte lenta”, asustado, lleno de miedo, asumió al día siguiente la argucia de provisoriamente no seguir vendiendo ilícitamente títulos valores estafa, pero a lo que pasó el peligro se volvió a depravar. Y las ingentes sumas de dinero negro que no declara ni al fisco ni a las contralorías, se elevó con tal grosería que él y la Chabela su barragana etílica se volvieron locos como nuevos ricos, comprándose y estrenando bienes, ropas, casas, artilugios de ultima generación y se hicieron de vehículos que reciben también como pago de esos títulos que venden. Y aunque se plantea en ocasiones controvertido, el psicópata sí experimenta pánico, como el que abrazaba a Séptimo Masquer o Julio Vásquez cuando sintió e intuyó que la justicia le pondría los ganchos y lo haría preso. En cualquier caso esos delitos no prescriben y está latente la posibilidad de que al coronel psicópata el largo brazo de la ley lo ponga bajo sombra en cualquier momento, aunque quiere evadirse a los EEUU, donde está empollando la nacionalidad americana con la ayuda de su descendencia. Como nos percatamos los días 28 son fatídicos para Julio Vásquez.
Factor común, del 28 de diciembre día de los santos inocentes al 28 de agosto día de San Agustín de Hipona. Sin bien aquellos monos voladores que detuvieron en flagrancia el día de los santos inocentes y por cuya comisión de delitos se pudo descubrir ante la opinión pública que Julio Vásquez tiene montado un negocio de venta ilícita de títulos valores estafa, los procesados en aquella ocasión guardaron estúpido silencio protector no delatando al coronel psicópata, quien al verse impune se mantuvo camuflado de manera continuada cometiendo esos y otros delitos, en los que prevalecen las extorsiones sexuales y dinerarias.
Chabela llevándose carpetas y borrando pruebas.- Y son tan abrumadoras las pruebas y tan inocultables y perjudiciales para la sociedad y para el nombre y prestigio de la institución que los camaradas de Julio decidieron entregarlo, dejar de protegerlo y en una operación comando lo desalojaron de la institución el día de San Agustín de Hipona. Pero como estila Julio, algo intuía su malévola mente de hombre vil y experimentado delincuente y ya tenía tiempo extrayendo documentos junto con su barragana y la asistente de esta; variados documentos y otros bienes de la institución usando el rústico que creía de su propiedad. Se le monitoreó a Julio Vásquez destruyendo muchos documentos valiosos que por cuyos contenidos se hace merecedor de ejemplarizantes sanciones penales y un largo hospedaje en alguna cárcel de mala muerte, junto a Chabela, And la Reina, la más leal (El-la) y a Chuchín. Además de otros monos voladores que en reciente reunión decidieron camuflarse a ver si no los tocan, pero igual ha de alcanzarles el largo brazo de la ley. Sinvergüenzas, caraduras los que creen seguir pasando desapercibidos si su sola presencia en la institución de por sí es un escándalo grotesco.
La traición de un cuadro de sus monos voladores cuajó en la mañana de San Agustín.- Un elemental descarte revela quiénes de sus monos voladores lo entregaron y allanaron las circunstancias para que el coronel psicópata Séptimo Masquer o Julio Vásquez, conocido como el doctor fraude fuese desalojado de la que hasta ese momento fuera su oficina, entre tanto se instala un nuevo jefe. Los que se van y los que se quedan, revela quienes estuvieron con Vásquez y quienes habiendo estado con él, ahora en nuevos escenarios decidieron traicionarlo. Y es que no había otra salida, entre delincuentes no ha de haber lealtad cuando la posibilidad exculpatoria de la delación, desgraciadamente mantiene el establishment para beneficio de unos. Pero ninguno de ellos debería quedarse.
Las ironías de la vida, el traicionero fue traicionado.- El caso es que quienes se quedan habiendo protagonizado con Julio Vásquez estas depravadas corruptelas, coimas, extorsiones e infinidad de delitos que causaron destrucción al nombre, a la imagen y a los productos de la institución. Esos que por haber entregado en “hora buena para la sociedad” a su jefe delincuente y que reciben como moneda de cambio o pago, el permiso de permanecer en la institución; constituyen la larva del monstruo que seguirá haciendo estragos pues la gente aprendió mucha maña y trampa del experimentado psicópata corrupto Vásquez y los vicios no se acabarán hasta tanto el cáncer no sea extirpado con todo y raíces.
Caponas sin luces.- Un día 28 también se le negó a Séptimo Masquer o Julio Vásquez el coronel psicópata su pretensión de graduarse de General. Las razones por las cuales el jurado, este panel de íntegros Generales evitó que Masquer obtuviera el grado inmediato superior al de coronel, son muy vergonzosas. Julio Vásquez ha destacado por su naturaleza vil y corrupta, por su sadismo comprobado e irrespeto a las normas morales, éticas y legales. Por su envidia y megalomanía, además por su abuso de poder. Con un abultado expediente, cuyo número de carpetas ocupan varias cajas, Séptimo Masquer el coronel psicópata es una mancha para este ilustre y digno cuerpo castrense y una deshonra para quien quiera o desee consciente o de manera camuflada darle a Vásquez una posición de honor que no tiene y que no merece. Graduar de General a Julio Vásquez constituiría un ultraje al esprit de corps de la vida militar en la que por trampas este corrupto tipejo se infiltró en mala hora; porque en vez de méritos para ascender, lo que en él abundan son deméritos para degradarlo o expulsarlo.
El testaferro Chuchín, el amante de Vásquez, el multi titulado universitario sin estudiar ni pisar un aula. Pues sí, el mayordomo Chuchín el mono volador jalabolas de mayor rango que guiaba la manada según las instrucciones de Julio Vásquez, es el connivente y corresponsable de cuanta criminalidad se desarrolló y se posesionó de y en la institución. Chuchín es el coautor de todos los delitos que cometió el doctor fraude en la empresa. Chuchín es el amante masculino de Vásquez que le ha permitido robar cuanto ha podido de la institución, desde las reses que eran asignadas para el comedor y que Julio vendió en una franquicia sistemáticamente hasta que dejaron de enviarlas, como el robo de las cajas de comida en la que desviaron los camiones para casa de Chabela y allí se repartían, además de montar en la casa de San José un Mini Market, apropiándose de la alimentación de los más necesitados.
Saqueo, robo y hurto prolongado y constante de los bienes del estado.- Y respecto de los bienes con que contaba la institución y que Julio Vásquez y Chuchín hurtaron y vendieron para uso personal, entre lo que no podemos obviar, el hurto de los equipos de computación – de escritorio y portátiles- , impresoras, pendrives, los aparatos de wifi, escáneres, cámaras de vigilancia y cámaras fotográficas y todo tipo de aparatos de tecnología, los proyectores y video beams; la flota vehicular, el menaje, las cocinas, además del instrumental y equipos del comedor, los aires acondicionados y sus componentes; los vehículos desvalijados y vendidos, las puertas que arrancaron y se llevaron para sus casas; el material de oficina que de manera continuada extrajeron para la venta y su uso personal, el material de aseo y limpieza que era una provisión para institución pero de exclusivo beneficio para Julio, Chabela y Chuchín en desmedro de la institución. Se hurtaban las donaciones que no llegaban al edificio pues no las reportaban y se las apoderaban antes de arribar a la empresa pero algunas veces se registraban en menor cantidad para hacer la pantomima que ingresaban realmente.
La gestión de Julio Vásquez, con Chuchín como mayordomo, constituyó un saqueo continuado y prolongado en una actividad parasitaria en el apoderamiento y aprovechamiento particular de los bienes y recursos de una empresa del estado. Todo ha sido un etcétera de saqueos, robos, hurtos, malversaciones y peculado, para el aprovechamiento particular de estos tres, de Julio, Chabela y Chuchín. Quienes entraron humildes y pobres y se van ensoberbecidos y millonarios en dólares, casas y apartamentos, así como vehículos sedanes y camionetas. Inusitados patrimonios que nunca podrán justificar con los miserables salarios como funcionarios públicos. Solo piense en algún bien de la empresa y ellos se lo robaron.
Pequeño como un ratón pero tan ladrón como una rata.- Chuchín tan desalmado como su amante y mentor Julio Vásquez, es tan responsable penalmente de la criminalidad institucional como el propio Séptimo Masquer. Aunque Chabela funge como su suplemento narcisista femenino, Chuchín es su suplemento narcisista masculino. El narcisista da por hecho que su suplemento tiene que sentir, pensar y actuar como él, pues el suplemento no tiene identidad propia, sino que está ahí para complacerle en todo momento.
Ahora mismo el pánico es libre entre los monos voladores jalabolas, al punto que la hibristofílica Roxana no halla donde encaramarse y los nervios le han provocado asma y diarrea. Pero se le atribuye alta traición como respuesta a la recibida del propio Julio Vásquez. La institución está plagada de serpientes como la isla de Queimada Grande. Corresponde al nuevo jefe amaestrarlas o exterminarlas. Pero la serpiente siempre es culebra.
Si bien es cierto que el grupo estructurado de delincuencia organizada de Julio Vásquez está conformado por masculinos, mayormente son mujeres las integrantes de la banda del coronel psicópata y que describiré aquí en atención a su grado de participación en las extorsiones y venta ilícita de títulos valores estafa. Es solo un cuadro ilustrativo de los principales tenientes monos voladores que lideran intramuros la mafia. Desde luego he obviado algunos personajes que si bien deben abandonar la institución, recogen residuos pero también son corruptos. De tal manera que no crea ningún mono volador que por no aparecer en el cuadro, entonces está libre de sospechas.
Niveles de corrupción | ||||||
1 ° Nivel | JulioVásquez | Chabela | Chuchín | Maurén | Lesbia Carlota | Su Freeman |
Subnivel. | Roxana y su equipo | And la Reina | Rosario y su mujer. | El asistenteVirtual | Obesos | Gui Clayman |
2° Nivel | Toya | El – la | Marero | Joselito | Tribadas | So Wolfman |
Macu | La Ragaza | Mariposa | Montanero |
“El que se engrandece será humillado,
y el que se humilla será enaltecido”
Lucas 14, 1. 7-14.
Crisanto Gregorio León