La desnutrición crónica infantil en Ecuador se redujo un 3,5% desde mediados del 2021 hasta agosto del 2023, ubicándose en 20,1% destacó un estudio estatal realizado con el apoyo de organismos internacionales.
Como consecuencia de ello, unos 60.000 niños han salido de la desnutrición crónica de los cuales 20.000 tienen menos de dos años, de acuerdo con el resultado del estudio difundido este martes, realizado por el estatal Instituto de Estadística y Censo con el apoyo y asistencia técnica del Banco Mundial y programas de las Naciones Unidas.
El documento también señaló que el indicador de atención a mujeres embarazadas subió de 89% a 96% y que las revisiones médicas, en las que se les suministran vitaminas y nutrientes a los niños de menos de dos años, aumentó de 57% a 68%.
El estudio se hizo a partir de visitas a cerca de 24.000 viviendas ubicadas en todo el país, especialmente en las provincias del centro andino donde se encuentra la mayor cantidad de menores afectados por la desnutrición.
Para hacer un seguimiento de los avances o eventuales retrocesos nuevas investigaciones entregarán resultados cada seis meses.
La reducción es consecuencia de un programa estatal que a través de acciones coordinadas de varios organismos promueve la atención de mujeres embarazadas, madres y niños hasta los primeros 1.000 días de vida y la intervención de médicos, nutricionistas y técnicos de salud que llegan a las casas de los beneficiarios.
De acuerdo con estadísticas oficiales, uno de cada tres niños menores de cinco años registra desnutrición crónica en Ecuador y sus causas están relacionadas con el nivel económico de las familias, el acceso al agua potable y la educación de las madres, entre otras.
Lena Savelli, coordinadora del sistema de Naciones Unidas en Ecuador, destacó la gestión y el compromiso del gobierno para priorizar “la erradicación de este flagelo”. Agregó que “no podemos permitir que la lucha contra la desnutrición crónica infantil deje de ser prioridad”.
Los expertos consideraron que la desnutrición crónica infantil tiene consecuencias graves e irreversibles ya que afecta el desarrollo neurológico de los niños, su habilidad para aprender, para comunicarse, para pensar y para relacionarse con los demás.