Las solicitudes para la visa caribeña que se exige a venezolanos que quieren ingresar a las islas de Países Bajos se han triplicado desde la reactivación de los vuelos entre Caracas y Curazao a finales de abril de 2023.
De acuerdo con un artículo de Bloomberg en Línea, desde 2021 las autoridades de Curazao, Aruba, Bonaire y otras islas holandesas activaron la visa caribeña para venezolanos como una medida para controlar la masiva migración hacia ese territorio.
Ese mismo año, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) estimó que la población migrante venezolana representaba entre el 5% y 15% de las totalidad en estas islas.
La visa Caribe, que tiene un costo de 80 euros para un adulto y 40 euros para niños entre 6 y 11 años, se convirtió en un documento altamente requerido por los venezolanos.
De una capacidad de 10 solicitudes diarias para ser procesadas sin espera en abril, la oficina incrementó a 24 cupos disponibles diariamente con una espera por cita de 90 días, de acuerdo a lo comunicado por voceros de la embajada de Países Bajos en Caracas.
Además, de esas 24 solicitudes, la mitad corresponde a ciudadanos interesados en ingresar a Curazao con la intención de renovar su visa estadounidense, cuyo tiempo de espera es menor en comparación con otros territorios. Otras cuatro aplican para reunificación familiar.
Según los funcionarios, a largo de los últimos dos años se han aprobado mejoras en el sistema y el protocolo. Igualmente desmintieron supuestas multas a quienes introducen datos erróneos en el proceso.
El pasado 3 de abril se dio la reapertura de fronteras entre Venezuela y Curazao, y el 24 de abril se reanudaron los vuelos que contemplan actualmente cuatro frecuencias, desde Falcón y Caracas.