El país sigue convulsionado por las graves afectaciones que el problema político central ha generado, no es posible saltarse de ninguna manera la realidad caótica circundante, porque sencillamente la sociedad y sus integrantes permanecen atados a las políticas públicas que desde el poder se ejecuten. Por ello, las carencias en los servicios y las preocupaciones económicas, no se podrán superar mientras los decisores políticos con incidencia en Venezuela, vislumbren una estrategia óptima de ganar ganar con la cual, la incertidumbre actual desaparezca; ello dado a que el triunfo es una construcción edificada con motivo, dirección y sentido.
Asimismo, es fundamental que quienes poseen responsabilidades con la república ya sean deducidas o designadas, reflexionen profundamente superando toda neblina de ideas y conceptos derivados del avance tecnológico actual, para con ello generar un pensamiento crítico y creativo que sea acertado en el análisis del entorno, porque la historia es testigo de grandes individuos que sobresalen ante lo común de su época por la sencilla razón de salir del montón. Partiendo de este punto, es que una metodología precisa para el caso en cuestión puede ser efectiva; no es cuestión de reinventar la rueda, solo se requiere el minimizar complejos y ponderar objetivos.
Por otra parte, una constante repetida en nuestro territorio se puede visualizar, al percatarse de la vaga definición de roles que poseen quienes fungen de líderes en el país, cuya única función al contar con acompañamiento técnico es la de fungir como decisores que deben entender que el método científico no puede ser catalogado como deducción empírica, porque el avance moderno y posmoderno humano se logró cuando se dejó a la pericia técnica, el rumbo de nuestras acciones. Es por ello que, las elecciones primarias van a mejorar los escenarios futuros para la política venezolana, de allí saldrán ganadores quienes tengan bien definido sus objetivos bajo la variable espacio tiempo.
En resumen, el pensamiento crítico será una variable de peso en todo decisor con incidencia en la política nacional, pero además se necesita que dicha cualidad venga acompañada de capacidad creativa, porque luego de un diagnóstico preciso se requiere una medicina que solucione el problema identificado, y sumado a ello es recomendable mantener en observación el tratamiento a un país con décadas de padecimiento. Dicha descripción sobrepasa toda cualidad individual porque las grandes transformaciones políticas son producto de equipos de trabajo, que quizás son el segundo nombre de quienes se erigen para la historia.
Finalmente, se podría decir que la mejor estrategia será siempre aquella que surja de la cooperación porque, los triunfos políticos que marcan los procesos históricos son aquellos donde los intereses individuales fueron sometidos a la razón, y con ello surgieron propuestas de gobierno perdurables en el tiempo. Venezuela demanda a gritos decisión y con ello nos condiciona a la participación que en su forma más visible redunda en el voto, el mismo, debe responder a la negación profunda del sistema actual; porque la síntesis de lo padecido será una victoria aplastante de lo que axiológicamente, nos define como ciudadanos de este terruño llamado Venezuela.
Eduin Adjunta
@adjunta90