21 años después, un 15 de febrero de 2002, el Presidente Hugo Chávez Frías anunciaría su «plan de autogestión alimentaria». Entonces dijo: “Ha comenzado en Caracas el plan de siembra urbana. Vamos a sembrar las ciudades con micro huertos organológicos, hidropónicos, para dar ejemplo. Se trata de un proyecto integral, no sólo para producir alimentos»…
Ahora, Nicolás Maduro propone…»retomar el concepto de conuco en sus diferentes escalas» a estas alturas, justo cuando el venezolano comenzaría a registrar basureros y deambular por el mundo cargado su hambre y la de su familia con dos agravantes: Primero, el registro de PDVAL cuyo objeto fue “realizar toda actividad tendente a la producción, abastecimientos y comercialización nacional y/ o internacional” al mando de la mafias, con aterradoras consecuencias a partir de 2008: 122.000 toneladas de alimentos perdidos.
La comida dañada pudo alimentar a 17 millones de personas por un mes, (El Universal junio 20 de 2010). Pérdidas de 35 millones de dólares por comida descompuesta, (El Nacional junio 06 de 2010). Alimentos dañados equivalen a 17% de la reserva estratégica, (El Nacional, junio 28 de 2010).
Un segundo elemento sería, la importación de alimentos en rubros como “caraotas 70%, leche en polvo 100%, arvejas 97% con sus respectivos sobreprecios, ante el silencio de la Fiscalía General de la República para quien “El Ministerio Público no trabaja sobre presunciones, sino sobre cosas concretas”. Realidades imposibles de ocultar qué nos remiten al poema “Palabreo de la Recluta” de – Andrés Eloy Blanco, donde han coincidido sus analistas, que se trató de una inspiración en la «desolación colectiva» que dejó a nuestro juicio, la mal llamada Guerra Federal, al paso de reclutamiento de hombres a una causa que desconocían, llevándose a cuantos muchachos encontrarán. Toda una tragedia, de las muchas que ha vivido Venezuela en el torbellino de sus revoluciones “que han recorrido su suelo a través de los años, desde tiempos incluso antes de la independencia, donde cualquiera de los bandos involucrados arrasaba con pueblos y caseríos dejando a sus habitantes sin medios para sostenerse”
/Mire, se llevó la vaca, mire, se llevó el te quiero/ se llevó el !ay que me muero! de media noche en la hamaca/ se llevó la guacharaca, la manta de guarnición/ la promesa de varón en el hijo prometido. Mire, se llevó el latido y le dejó el corazón/
Por aquel tiempo, el poeta de la “Juanbimbada” culpó a “La comisión”. Ahora, en el siglo XXI: ”Llegó la robolución con la hueste del coronel León Colina/ con decretos arrasando, expropiando y confiscando tierras/ desenvainado la espada de Bolívar por la América latina. /
¡Retornar al conuco! clama Nicolás Maduro, mientras proliferan los bodegones y sus millonarias exquisiteces importadas, la venta de vehículos como bodegas de pueblo, delatándose la cacareada denuncia, que la catástrofe económica es culpa de una sanciones y en ese escenario «Productores agrícolas de Barinas, Guárico, Lara, Trujillo y Mérida, Portuguesa protestan en la Autopista José Antonio Páez»… ubicándonos en el «Palabreo, al secuestro del ciudadano venezolano».
/Que va a haber paz en el potrero/ sin gasolina ni gas, para sembrar el conuco/ sin muchachos en escuelas/ sin salud y educación/ pelando en robolución/…
¡Perdóname Andrés Eloy!
Jorge Ramos Guerra
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