Era evidente, por lo descarado, que los nombres que se cocinaban para ser impuestos como Rectores del CNE, responderían a una nueva patraña urdida por factores políticos cruzados. Desde luego que es el régimen el que termina moviendo el dedito índice para señalar “quienes van para el baile”, pero se ve claramente la costura de la pelota colaboracionista en esa jugada. Por eso acuño el término referido al cruzamiento de intereses.
Otra vez queda bajo sospecha la cacareada unidad que le da forma a los esfuerzos de los grupos opositores que dicen enfrentar, unitariamente, a la dictadura de Nicolás Maduro. Dentro del elenco de los Rectores impuestos por la ilegitima Asamblea Nacional de diputados, que manipula a su antojo Jorge Rodríguez, se leen nombres de personas identificadas con algunas corrientes partidistas opositoras. Pero saltan las alarmas una vez que se confiesan los voceros de algunos partidos políticos que integran la Plataforma Unitaria, aclarando, que “nosotros no tenemos nada que ver con esos nombres seleccionados para ejercer las responsabilidades de Rectores del CNE”. Quedan al descubierto las operaciones aisladas de quienes lograron alzarse con unas posiciones dentro de ese aparato electoral, que seguirá controlando abusivamente la dictadura madurista.
Es deplorable esa jugarreta de figuras reconocidas dentro de la Plataforma Unitaria, ya que son factores que, además, tienen representantes en la mesa de dialogo que coordina Gerardo Blyde. Me pregunto, ¿Cómo quedan los demás integrantes de esa misión dialoguista? ¿Se discutió ese reparto de cuotas en esa mesa de diálogos que lleva más de dos años buscando acuerdos con el régimen madurista? ¿Cómo se puede confiar en la buena fe de esos factores que prestan a concertar a escondidas esos tratos antiéticos con la dictadura?
El cinismo del régimen no toca fondo porque es insondable. Eso de escoger con una pinza al verdugo de las inhabilitaciones, es una deliberada provocación, además, demuestra que no tienen miramientos (escrúpulos jamás lo han tenido) a la hora de concretar sus planes de cometer más fraudes electorales. Corresponde ahora a María Corina Machado, saber “torear esos trapos rojos” que se mueven ante su arrolladora presencia en la arena política nacional. Ella cuenta con el respaldo mayoritario de los venezolanos. Esa poderosa fuerza cívica que liderada y bien conducida por ella, será capaz de imponerse por encima de las trampas que tienen a su disposición los truhanes que operan desde las entrañas del malogrado Consejo Nacional Electoral. María Corina está persuadida de todas esas adversidades, no se limita a procesarlas, sino a diseñar los mecanismos para poder vencerlas y a mirar con precaución los mejores caminos a transitar para conquistar los objetivos.
Su participación en las primarias es irreversible, no solo porque es su pleno derecho, sino porque es la representante de millones de ciudadanos que desean acompañarla en ese proceso, ciudadanos que lucharán en una acción combinada de calle y votos, si pretenden inhabilitarlos para sacarlos del camino cívico y electoral que han resuelto tomar como el más apropiado para votar a favor de María Corina Machado!