Ucrania conmemoró el jueves el Día de la Independencia por segunda vez desde que comenzó la invasión rusa. Los discursos oficiales prometieron continuar la lucha hasta expulsar las fuerzas del Kremlin y los pobladores recordaron a sus seres queridos caídos en la guerra.
La fiesta nacional coincidió con el hito de 18 meses de guerra, por lo que en las conmemoraciones primó un estado de ánimo sombrío.
“Recordamos a todos los que entregaron la vida por la libertad y la independencia, por el futuro libre de Ucrania”, dijo el presidente Volodymyr Zelenskyy en un mensaje por redes sociales.
Dijo que la Ucrania independiente es “aquello por lo que luchamos”.
En Járkiv, en el noreste, las familias iban a un cementerio donde están enterrados los soldados,
Kateryna Krotchenko, la madre de Serhii Krotchenko, muerto cerca de Bájmut, barría su tumba.
“Era un chico común que amaba la vida y tenía sueños”, dijo a la Associated Press. “No aceptaba el hecho de que la guerra había venido a nuestra tierra y decidió (enrolarse) voluntariamente. Aceptamos su decisión. No pensamos que terminaría así”.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que Ucrania luchaba por “los valores que todos defendemos”: soberanía, independencia e integridad territorial.
La batalla ha ganado el apoyo de aliados extranjeros, en particular de los miembros de la OTAN, que han provisto a Kiev de armas avanzadas. Con ellas, Ucrania ha podido lanzar una ardua contraofensiva.
Unidades de inteligencia ucranianas con efectivos de la marina desembarcaron en el lado occidental de la península de Crimea, ocupada por Rusia, para atacar instalaciones militares, según el vocero de la inteligencia militar ucraniana Andrii Yusov.
En la región de Jersón, en el sur de Ucrania, un ataque ruso hirió gravemente a una niña de siete años en su casa, dijo el gobernador Oleksandr Prokudin.