Su rechazo a la falta de explicaciones concretas en torno a las graves denuncias de muertes de recién nacidos en el Hospital Luis Ortega de Porlamar, en la isla de Margarita, expresó Yanet Fermín, diputada de la legitima Asamblea Nacional.
“La única explicación es que hay una bacteria en el hospital. Esa es la explicación al desgarrador dolor de sus madres. Es inaceptable. Es la indiferencia de un régimen a la realidad de esas madres. Venezuela requiere de manera imperativa que se tomen medidas concretas para tratar esta crisis. Es fundamental invertir en la formación del personal médico y de enfermería”, expresó la diputada por Voluntad Popular durante la sesión de la Comisión Delegada.
Sostuvo que el aumento de la mortalidad infantil en Venezuela es debido a las precarias condiciones hospitalarias. “Esta es una realidad que no se puede ignorar y que exige de acciones inmediatas. Cada vida que se pierde es una tragedia que podía haberse evitado con medidas oportunas y un compromiso real con la atención médica de calidad. Es un hecho innegable que la falta de recursos para la atención sanitaria, infraestructura adecuada y personal médico calificado, está teniendo consecuencias devastadoras en la salud de nuestros niños”, aseguró.
Fermín señaló que la muerte de cada bebé representa una pérdida irreparable para las familias y el país. “No podemos permitir que esta situación continúe. Nuestro deber es alzar la voz y eso comienza por proteger la salud de nuestros niños. Hago un llamado a la responsabilidad que tenemos hacia los más jóvenes y vulnerables, no nos quedemos de brazos cruzados mientras la mortalidad sigue en aumento”, enfatizó.
La diputada por la Tolda Naranja tildó de “desoladora” la situación de los hospitales en el país y además urgió a dotar a los médicos de materiales e insumos para que puedan brindar atención de calidad a los venezolanos.
“El personal salud trabaja en situaciones difíciles. Desde 2021 la cifra de mortalidad infantil era ya alarmante y se había experimentado un aumento significativo debido a la crisis. La tasa de mortalidad infantil en Venezuela fue estimada en alrededor de 20 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa un aumento significativo”, apuntó.