Entre las llamas y las personas que huían desesperadas de los incendios en Lahaina, en la isla de Maui, Hawai, resaltaba la esbeltez de la iglesia Maria Lanakila (Nuestra Señora de la Victoria) que no fue afectada por el fuego, en lo que muchos consideran un milagro. La iglesia, que salió justamente victoriosa de una tragedia que enluta a Estados Unidos, fue establecida en 1846 por un sacerdote eudista.
En esta iglesia hay una imagen muy querida por los venezolanos. Se trata de un retablo de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, que fue llevado por un grupo de venezolanos a la iglesia, donde la figura fue entronizada.
Un video compartido en la página de Instagram llamada Bella Señora de Coromoto (@bellasenoradecoromoto) destaca la impresionante historia de esta iglesia. La página busca difundir mundialmente la devoción por Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, y este ejemplo reciente se suma a una historia de milagros y bendiciones.
Cabe resaltar que el desastre en Hawai ha dejado hasta el momento un saldo de 111 muertos. El presidente Joe Biden viajará a la zona la próxima semana para reunirse con sobrevivientes y rescatistas que trabajan en los incendios que arrasaron el archipiélago y dejan más de un centenar de muertos, informó el miércoles la Casa Blanca, mientras se daban a conocer los nombres de las primeras víctimas de la tragedia.
Una iglesia con mucha historia
Según el portal de la Iglesia Maria Lanakila, que significa Nuestra Señora de la Victoria, está ubicada en el centro de Lahaina, que es la Cuna de la Fe en la isla de Maui. La Iglesia fue establecida en 1846 por el Padre Aubert de la Congregación de los Sagrados Corazones de María y Jesús. Fue inaugurada oficialmente el 8 de septiembre de 1858.
El 4 de mayo de 1873, la iglesia de piedra que se encuentra hoy en día se completó mientras estaba a cargo el padre Leonore. Esta estructura reemplazó el antiguo edificio de adobe y las capillas de cabañas de paja que originalmente sirvieron a la comunidad de Maria Lanakila.
En 1918, el padre Bruno renovó los muros originales de la iglesia, realizando mejoras y ampliaciones a la estructura de piedra original. Con el padre Rudolph se renovó aún más, incluida la limpieza y la colocación de las pinturas. Estas pinturas tienen cierto misterio y se cree que son el regalo de algún Alii [jefe], pero nadie lo sabe con certeza. Posiblemente fueron regalos del rey Kalakaua o de su hermana, la reina Liliuokalani.
Las campanas de Maria Lanakila tienen una historia propia. El juego original de campanas nunca llegó a Lahaina, ya que se perdieron en América del Sur en su camino desde Francia. El segundo juego de campanas, que tenía inscrito el nombre de Maria Lanakila, llegó hasta Hilo y allí se quedó. El tercer par de campanas finalmente lo logró, y son las que hoy llaman a Misa.