La Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) desde hace años atrás se ha convertido en el escenario perfecto para quienes cometen fechorías, ya que de manera constante han desvalijado los espacios de los diferentes decanatos de esta casa de estudios.
Esta situación se agrava en época de vacaciones, tal fue el caso, de lo ocurrido el pasado sábado 12 de agosto en el Decanato de Ciencias y Tecnología, ubicado en el núcleo Obelisco, cuando la explosión de un transformador alertó a los pocos vigilantes que se encontraban en el lugar, quienes al momento del monitoreo no encontraron indicios de nada.
Así lo hizo saber a la redacción de El Impulso, el decano encargado Darwin Romero, quien realizó una cronología de los hechos para relatar que luego de lo descrito; durante la semana fueron encontradas pequeñas pruebas (faltaban equipos) que desencadenaron este fin de semana.
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Más de 72 metros de cables de cobre de alta tensión, de una dimensión de ¾ pulgadas; fueron hurtados de este decanato, “desmantelaron toda una sala de transformadores”, viéndose afectado el edificio N, dado que «allí opera todo el decanato” actualmente porque tras los hechos anteriores los “demás edificios se encuentran inoperativos”.
“Cortaron todos los cables, los ramales que venían del edificio N a la sala de transformadores. Son personas que tienen conocimientos en el área eléctrica. Debe ser una banda muy bien conformada para poder trasladar todo el material, se llevan todo lo que puede ser vendido”, expresó el también director de la carrera de Ingeniería en Informática.
Resaltó que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) “se ha presentado en el lugar, ha tomado la denuncia y prestado la colaboración pero con muchas limitaciones”.
El profesor resaltó que este hecho tiene consternada a toda la comunidad universitaria, porque “ha sido muy duro para nosotros mantenernos durante los últimos años”, “la falta de mantenimiento y de recursos nos tiene en manos atadas”, añadiendo que han subsistido gracias al compromiso y autogestión de todos; y esto “deja en vilo el inicio de las actividades en el mes de septiembre”.