Para reactivar la Industria Nacional de Hidrocarburos (INH), es necesario emprender una tarea titánica, ya que para lograr producir 3 millones de barriles de petróleo al día se requieren de por lo menos 120 mil millones de dólares en el curso de 8 años.
A estas cifras han llegado los estudios realizados por el equipo de profesionales y técnicos que ha elaborado el programa de gobierno de Carlos Prosperi, precandidato de Acción Democrática en resistencia.
El ingeniero Juvencio Molina, de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas, Mecánicos y Afines (Aviem) que ha participado en ese programa, al ser entrevistado por El Impulso, dijo que, además de esa inversión, la empresa Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), tiene en este momento una deuda de 90 mil millones, de los cuales 49 mil millones corresponden a mora y gran parte de esa cantidad está en litigios internacionales.
Cascarón vacío
A la llegada de Hugo Chávez al poder, PDVSA era la segunda empresa más grande del mundo, después de la Aramco de Arabia Saudi y llegó a producir hasta 3.700 mil barriles diarios. El régimen vendió 4 refinerías que tenía en Alemania a Rusia, y otras que estaban en Inglaterra, Escocia, Bélgica y Suecia. Otras tres de Citgo en los Estados Unidos, además de haber comprometido los activos de esa compañía con Rusia y hoy existe una situación difícil por los acreedores. ¿Cuál es la real situación de la industria?
La industria petrolera hoy en día es un cascarón vacío, un barco haciendo aguas, escorado y a punto de naufragio, incapaz de contribuir de manera significativa con los aportes al PIB nacional, que de ella se espera. Esta industria, de manera reiterada y consistente, no cumple los objetivos anuales declarados para su actividad medular, que no es otra sino la producción de petróleo, gas y combustibles. De una producción a principios de los años 2000 en promedio cercana a 3,5 millones de barriles, hoy y de manera consistente, la producción varía entre los 650 mil y 800 mil barriles diarios, incluso en años recientes; la producción llegó a estar por debajo de los 500 mil barriles diarios. Son evidentes los múltiples fracasos de la actual administración para alcanzar el tan anhelado un millón de barriles de producción diaria. Es claro que PDVSA y la industria de petróleo y gas, la antigua “locomotora” nacional, hoy es una simple carreta varada a la vera del camino. Cuando hablamos de la industria petrolera debemos referirnos de manera integral a la industria nacional de los hidrocarburos (INH). Es decir, al petróleo, al gas y también por añadidura, a la industria petroquímica. Aquella industria nacional de hidrocarburos pujante y símbolo de Venezuela, referida por la introducción a la pregunta, sufrió un parte aguas a partir del año 1999 con la llegada al poder de Hugo Chávez. De ella solo quedan los recuerdos, las historias, las experiencias narrativas, así como instalaciones y facilidades envejecidas, ya obsoletas, destartaladas, actuando como mudos testigos de un pasado de grandeza, de eficiencia y de orgullo nacional.
La gente que hizo posible aquella gesta de trabajo, hoy en día los más jóvenes y la mayoría de ese conglomerado de petroleros, somos personas con edades por encima de los sesenta (60) o incluso setenta (70) años de edad, los cuales, aunque muchos continuamos activos, de manera muy triste debemos expresar que en razón a las circunstancias país no pudimos formar a nuestras generaciones de relevo. Es decir, lo que queda de la INH es prácticamente cuerpo material, asentado sobre inmensas reservas de hidrocarburos, pero sin cerebro operativo real. La industria del petróleo y el gas es una actividad que requiere, como elemento clave, mano de obra calificada y de alto rendimiento, pero también requiere uso de tecnología de punta y el aporte de grandes inversiones de capital. Hoy por hoy ninguna de esas condiciones bases existen en la INH nacional. La causa de esa tragedia nacional debemos buscarla en los famosos pitos y en el genocidio laboral cometido por la administración de Hugo Chávez a finales del año 2002, continuada de manera consistente por el actual régimen de gobierno.
Recuperación
¿Es posible recuperar Pdvsa? Y de existir esa posibilidad, ¿cuántos se requerirá y cuál sería el tiempo que se necesitaría¡?
Ante la actual disfuncionalidad y estado de agonía operacional de la INH, siempre será posible “recuperar PDVSA”, porque difícilmente se puede estar peor. Es claro que Venezuela es un país petrolero y lo seguirá siendo por los próximos cincuenta (50) años. No cabe la menor duda de eso y así, aunque es un hecho cierto el tema de la descarbonización de la economía mundial, también es cierto que esa transición ocurrirá de manera progresiva y allí, Venezuela seguirá siendo un actor de primer orden. Por ello, nuestro país debe apostar a la recuperación de la Industria Nacional de Hidrocarburos (INH) como uno de los ejes para la estabilización económica de la nación. Esta condición la ha asumido Carlos Prosperi, quien lo expresó en su presentación pública del Plan de la Prosperidad, el 02 de marzo del presente año y por supuesto, lo ha ratificado en múltiples oportunidades.
Sin embargo, es evidente que debemos ser responsables en la generación y el manejo de expectativas de ese “recuperar PDVSA”. Disponemos de los planes integrales para acometer esa recuperación, sin embargo; la eficiencia y la efectividad en la implantación de los mismos están supeditadas principalmente por las condiciones país. No es un tema simplemente de hablar de “Tenemos reservas” de petróleo y gas en el subsuelo (La evidencia del fracaso de ese “tenemos reservas”, manejado de forma vacua, son el actual colapso de PDVSA que es signo distintivo de la actual gestión de gobierno). Por supuesto que tenemos inmensas reservas de hidrocarburos y las mantendremos. Pero monetizar esas reservas requiere de acciones de corto, mediano y largo plazo con actuación de gobierno, de estado y de país que nos permitan rehabilitar lo que sea posible, expandir y crecer en nuestra industria de hidrocarburos.
Los retos para ese “recuperar PDVSA” son extraordinarios. Las actuales condiciones país, el entorno de la pérdida de mercados internacionales de Venezuela, la transición energética y la descarbonización de la economía mundial son variables funcionales que no existían en la ejecutoria de la industria de petróleo y gas nacional de finales del siglo XX e incluso, en la primera década del siglo XXI.
En el imaginario nacional se podría asumir el “recuperar PDVSA” como un volver casi mágico a la eficiencia y resultados de la INH de finales de los años 90 del siglo XX.
De manera seria y responsable debemos expresar a los venezolanos que si es posible y pertinente hablar de retorno y por supuesto, vamos a lograrlo, pero esas mejoras y esa recuperación serán progresivos. La nueva gestión de la industria de hidrocarburos nacional se perfila como una tarea titánica porque se encontrará con barreras a las cuales la antigua INH no se enfrentó: El país que recibirá un nuevo gobierno democrático –y hablo de AD– será un país sin capacidad de inversión pública, endeudado en más del 300% del PIB (Es decir. Se debe más de tres veces lo que produce el país en un año). Así, hoy por hoy, PDVSA es una empresa y una industria en colapso económico, gerencial y operacional. Hoy PDVSA debe aproximadamente noventa mil (90.000) millones de US$, de los cuales el 54%, es decir cuarenta y nueve mil (49.000) millones de US$, están en mora y una gran parte de esa mora ya está en litigios de tribunales internacionales. En el plano operacional se requiere además de eficiencia y competencia gerencial, tiempo para reestructurar y reprofesionalizar a la industria nacional del petróleo y el gas nacional y por supuesto, desarrollar las acciones operacionales las cuales requieren el aporte masivo de recursos monetarios.
Este último es una de las principales barreras para ese retorno, porque la obtención y apropiación de los recursos monetarios para la industria del petróleo y el gas requiere un gran esfuerzo de ingeniería financiera en donde los principales actores son capitales privados (Los entes multilaterales como el FMI, Banco mundial, BID, CAF, etc. han adoptado políticas de no financiamiento de la industria de fósiles) los cuales basan su participación en la confianza país, seguridad jurídica con marcos legales flexibles, voluntad política del país, estímulos económicos y fiscales y por supuesto, en la existencia de reservas de hidrocarburos. Esto último es una de las grandes fortalezas de nuestra nación. Somos un país petrolero, con experiencia de mas de 100 años en el tema y con una de las mayores bases mundiales de recursos de hidrocarburos.
En cuanto a tiempo e inversiones requeridas para esa recuperación, el análisis realizado por los técnicos de AD coincide con el realizado por otros partidos e instituciones del país. Hablamos de gestionar la apropiación de recursos financieros en el orden de los ciento veinte mil millones (120.000) de dólares distribuidos en un lapso de ocho (8) años para alcanzar una producción de tres (3) millones de barriles de petróleo por día.
Privatización
¿Por qué no se puede privatizar Pdvsa?
Privatizar en la expresión exacta de transferir los activos y la figura de PDVSA desde el sector público al privado, no es posible por limitaciones constitucionales (art 302 y 303), así como de leyes, tal como la orgánica de hidrocarburos.
Sin embargo, con el marco legal vigente si es posible lograr la participación del sector privado nacional e internacional en diversas actividades de la industria de hidrocarburos mediante fórmulas ya establecidas tales como las empresas mixtas y otras, como la expansión de la industria del gas natural cuya ley orgánica de hidrocarburos gaseosos permite amplia participación del sector privado nacional e internacional en todos los segmentos del negocio.
Es obvio que lograr una participación masiva de actores privados en la industria de hidrocarburos nacional requiere un gran acuerdo país que permita adecuar y flexibilizar los marcos legales existentes.
Funcionamiento
¿Hasta qué punto se encuentran funcionando las refinerías de Amuay y Cardón que son las más importantes? ¿Cuál es la situación de las demás refinerías? ¿Qué están haciendo los iraníes en la industria petrolera venezolana?
La respuesta se obtiene en las colas para surtir combustibles que son parte cotidiana de la vida diaria de los venezolanos a lo largo y ancho del país. Las refinerías operan de manera intermitente y en ningún caso en los últimos diez años han llegado a superar el 20% de su capacidad operacional. Las causas son varias, destacando el déficit de mantenimiento y la insuficiencia de dieta de petróleo para la carga operacional de las instalaciones. Es decir, no operan por instalaciones fuera de servicio por razones electromecánicas, por insuficiente aporte de petróleo para procesar, o ambas.
En cuanto a los iraníes, no se dispone de información precisa de cual es el alcance de sus tareas, sin embargo; trasciende que actúan como contratistas para rehabilitar instalaciones comenzando por la refinería de Cardón la cual posee tecnología de la misma base que las refinerías del país persa.
¿Existen técnicos rusos o bielurrusos también trabajando en el mejoramiento de las refinerías?
Se desconoce esa información.
Déficit
¿Cuál es el volumen de gasolina, gasoil y otros combustibles que se están produciendo en los momentos y cuál es el nivel de abastecimiento que tiene el país?
Venezuela, desde hace más de una década tiene déficit de abastecimiento de combustibles. La razón es simple: Falta de inversiones tanto en las refinerías como en la producción de petróleo. La intermitencia en el suministro es la rutina y en cuanto a cifras exactas de volúmenes de producción y de abastecimiento simplemente se desconocen, por la práctica oficial de la opacidad informativa.
Las estimaciones realizadas (finales del mes de julio 2023) nos indican una demanda de gasolina en el orden de los 120 mil barriles diarios, una producción en el orden de los 70 mil barriles y un déficit de 50 mil barriles. En cuanto al diésel la demanda se estima en 90 mil barriles, la producción en 50 mil barriles y un déficit de 40 mil barriles diarios.
Robo y daños
Desde hace cierto tiempo se viene denunciando robo de gasolina y, por otra parte, se habla de que ese combustible importado ocasiona daños a los motores de los vehículos. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Los aspectos informativos en relación a robo de gasolina y procesamiento artesanal son basados en información pública proporcionada por las autoridades. Esa información ha sido contrastada y así se han conocido reportes del uso de gasolina natural y del procesamiento artesanal de la misma en algunos lugares del país como Anaco, la COL y también, al oeste de Maracaibo.
En cuanto a la calidad de los combustibles actualmente comercializada no se disponen de las pruebas de laboratorio requeridas para determinar la calidad, sin embargo; es público y notorio el pistoneo que se produce en los vehículos. Este es un indicador de bajo octanaje del combustible. Los fabricantes de los vehículos disponen del octanaje requerido para lograr la correcta operación del motor. Al usarse gasolina de menor octanaje no se logra la correcta mezcla combustible-oxígeno y se afecta la relación de compresión en el motor y la perdida de potencia del motor. Para corregirlo, los usuarios requieren adicionar aditivos para incrementar el octanaje lo cual, obviamente son gastos adicionales para el ya afectado bolsillo de los dueños de los vehículos.
Gas y gasoil
Además de colas por gasolina existe preocupación por la falta del gas doméstico y el gas que requiere la industria, así como el gas oil para el transporte de carga y su utilización en el agro. ¿Hasta cuándo persistirán estos problemas?
Continuarán hasta no se sabe cuando, porque la razón principal es estructural representada en el actual colapso operacional, gerencial y financiero de PDVSA.
Planes de emergencia
De producirse un cambio de gobierno, sin pensar en fórmulas mágicas, ¿en cuánto tiempo podría contarse con volver a los niveles en que se encontraba la industria petrolera para el momento de llegar este régimen?
En una primera instancia la gestión de la industria nacional de hidrocarburos pasa por darle respuesta de emergencia a la ciudadanía y a la industria en cuanto al abastecimiento de combustibles. Se disponen de los planes de emergencia en los cuales se contempla importar combustibles líquidos y gases para los sectores críticos, tales como la producción de alimentos y el GLP (Gas licuado de petróleo), requerido para cubrir el suministro de bombonas para cocinar. Obviamente, en paralelo se trabajará la recuperación acelerada de la infraestructura de producción y así, de manera progresiva y en el menor tiempo posible va a mejorarse el abastecimiento de combustibles para el país.
En cuanto al tiempo para lograr los niveles de producción en los cuales se encontraba la industria petrolera al llegar el actual régimen, es un tema incierto, pero el cual sin ninguna duda va a superar el lapso de los seis (6) años de gobierno. Como se explicó antes, son requeridas inversiones masivas de capital y la apropiación de esos recursos dependerá de las condiciones país y toda la confianza que un gobierno y el estado venezolano pueda generar y proyectar entre los inversionistas. Generar confianza país es una tarea de interés nacional inmediato cuyos resultados óptimos se alcanzarán en un mediano y largo plazo, pero los cuales progresivamente van a hacer sentir sus beneficios en el país.
Confianza
Y, finalmente, ¿cuáles son las expectativas que tienen los técnicos que han elaborado el programa de gobierno de Carlos Prosperi?
Trabajamos para ser gobierno de la mano de AD y liderados por Carlos Prosperi. Los adecos venimos no a participar, sino a ganar las elecciones porque tenemos la confianza en las enormes potencialidades y la calidad de nuestra gente venezolana para encarar y superar los retos en base a constancia, perseverancia, conocimiento y amor país, impulsados por una gestión de gobierno liderada por Carlos Prosperi con visión inclusiva, de modernidad y de futuro para todos los venezolanos para retornarlo a la senda de progreso y de prosperidad. Nuestro país posee las condiciones naturales y gente ansiosa por trabajar