El triunfo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatoria de Argentina, de Javier Milei, de 53 años, economista, docente universitario y diputado de la nación por su partido La Libertad Avanza, quien propone dolarizar la economía, privatizar las empresas públicas del Estado y cerrar el Banco Central de su país, no es una sorpresa, ni un fenómeno, como pretenden hacer ver algunos medios de comunicación, afirma el politólogo Santiago Andrés Rodríguez, especialista en política latinoamericana.
Desde el punto del análisis politológico, victorias de esta naturaleza vienen pasando, sobre todo en Suramérica, desde hace cierto tiempo cuando se impuso Alberto Fujimori (1.990), posteriormente Andrés Manuel López Obrador (2018) y más recientemente con los votos que sacó en las primarias colombianas el empresario y político Roberto Hernández.
¿Por qué no es un fenómeno y algo nuevo?
Porque es producto de la antipolítica, explica el también profesor universitario venezolano. Comenzó con Fujimori y a partir de ahí han venido surgiendo figuras importantes en Suramérica. Lo que ocurrió el domingo en Argentina es la aparición de un candidato que representa a una población que está hastiada de los partidos tradicionales (radicales, peronistas) y él se encargó de llamarlos la “casta política”.
Se trata de un candidato anti establishment de los que son de la anti política y considerados por medios informativos y encuestadoras como offside.
Si nosotros revisamos las encuestas en Latinoamérica, de los años noventa para acá, coinciden en dos cosas:
Primero, que la gente está buscando un candidato offside, que se caracteriza por representar al anti establishment, es decir, contrario a las instituciones y partidos políticos tradicionales.
Segundo, que la juventud, por primera vez, en Latinoamérica, en cada uno de sus países, se está interesando por el tema económico; es decir, por el modelo político que tiene cada país.
Cuando se tiene un candidato que presenta propuestas de cambio de tipo económico, las cuales son las que le interesa a la gente, porque ésta sufre en todos los países latinoamericanos de inflación, escasez, falta de empleos, y en general todo lo que afecta sus vidas, entonces, le expresa su apoyo.
Esto, precisamente, es lo que ha pasado con Javier Milei, quien además de ser un economista es un gran comunicador e irreverente, que ataca en forma inclemente a la clase política y tiene propuestas económicas muy radicales, que lo identifican como liberal al punto del anarco capitalismo.
Este anarco capitalismo es una de las tendencias del liberalismo que plantea, entre otras cosas, reducir al máximo el Estado y dejarle a éste sólo las funciones esenciales, en especial la seguridad.
Milei ha venido insistiendo, fundamentalmente, en la dolarización de la economía, privatizar todas las empresas públicas del Estado y acabar con el Banco Central.
Del mismo modo dice que la educación no puede ser pública, sino privada y que el Estado financie a los que no pueden pagar su carrera, pero después tienen que devolver ese dinero que han recibido.
Además, está en contra del aborto, ubicándose en el lado conservador, apartándose de la que llegó segunda en el Paso, Patricia Bullrich, quien es del partido de Mauricio Macri, Juntos por el Cambio, pero aunque conservadora es muy moderada.
Milei ha aprovechado el descontento de una sociedad que está cansada del socialismo, del kirchernerismo, de las políticas ineficientes en lo económico y haciendo hincapié en que existen 170 impuestos y 70 mil regulaciones, que impiden a los ciudadanos desenvolverse con normalidad.
De llegar a la presidencia es de ver si podrá cumplir sus propuestas porque, para empezar, reformar el Estado para hacerlo minúsculo, tiene que cambiar la Constitución y tendría que contar con el apoyo mayoritario del Congreso.
Por lo pronto hay que ver cómo quedan las alianzas, los pesos y contrapesos para las presenciales del 22 de octubre, manifiesta Santiago Andrés Rodríguez. Su discurso ha sido muy persuasivo y ha tenido aceptación en la juventud argentina.
