Tanto la sentencia del Tribunal Supremo e Justicia mediante la cual se produce la designación del ex presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, como interventor de la Cruz Roja venezolana como la decisión tomada por éste para constituir la nueva directiva de la institución, es un procedimiento que viola tratados internacionales, declaró el abogado Macario González, exalcalde de Iribarren; exsecretario ejecutivo regional de la Mesa de la Unidad en Lara y dirigente nacional de Voluntad Popular.
Se violentan abruptamente los derechos de un organismo internacional que tiene 160 años de fundado en Ginebra, de los cuales 128 años se encuentra en Venezuela, dedicado a la ayuda humanitaria sin distinción alguna, incluso en conflictos armados, para preservar la vida de los seres en la mayor situación precaria, explicó. Desde sus inicios ha estado al margen de bandos, ideologías y creencias religiosas, condición neutral que le ha permitido que su alcance llegue a los más apartados lugares del mundo.
Ya es tradicional que los altos, en combate durante conflictos bélicos, se produzcan para que los miembros de la Cruz Roja entren a rescatar a los heridos.
Lo que ha ocurrido en Venezuela es un hecho gravísimo, porque el régimen le ha puesto la mano a un ente internacional a través de un procedimiento totalmente irregular por cuanto le corresponde a la propia Cruz Roja internacional realizar las investigaciones y tomar decisiones en el supuesto caso de que haya alguna irregularidad en su funcionamiento.
Es gravísimo, insistió el abogado Macario González, porque el procedimiento se inicia con un ataque verbal público contra la Cruz Roja, a través de la televisión, hecho por Diosdado Cabello, vicepresidente del partido oficialista, como si ese organismo fuese parte de la estructura del régimen o tuviese condición política.
Su intención era clara: ponerle la mano a la Cruz Roja venezolana y por la vía judicial, como sospecha la opinión pública nacional e internacional, controlar los recursos de ayuda internacionales, que, como se sabe, tienen fines humanitarios, en especial medicamentos y alimentos, que ahora pondrá al servicio del proselitismo político, máxime cuando estamos en vías de un proceso electoral, al servicio del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Por sus frutos los conoceréis, dice el texto del evangelista Mateo, recordó Macario González remitiéndose al pasaje que dice que del árbol bueno se esperan buenos frutos, contrario al árbol malo que da frutos malos.
Seguidamente, formuló la observación siguiente: Si este régimen ha hecho trizas a todo lo que le pone la mano –como ha pasado con Pdvsa que antes de llegar Hugo Chávez era la segunda empresa más importante del mundo después de la Aramco de Arabia Saudita; acabó con las industrias básicas de Guayana, las empresas y fundos que expropió, y nos ha dejado prácticamente sin electricidad, agua, gas y gasolina- ¿qué se puede esperar ahora de la Cruz Roja madurista?
De modo, pues, se verá que la gente que está en la directiva de la Cruz Roja madurista han asumido unas deplorables funciones, propias de las patrañas políticas del régimen.
Como ciudadano que ve con preocupación lo que ha venido pasando en nuestro país, al igual que la mayoría de la población venezolana, lamentamos que una institución humanitaria tan prestigiosa, importante y necesaria como la Cruz Roja venezolana, que tiene un larga hoja de servicio en todo el país, ahora haya sido objeto de judicialización y quede bajo las manos de un régimen, caracterizado por la destrucción, la insensibilidad y el desprecio por la vida de los venezolanos, concluyó sus declaraciones Macario González.
