Varios miles de residentes salieron corriendo de sus casas en Maui mientras el incendio de Lahaina arrasaba la isla hawaiana causando al menos 36 fallecidos y quemando partes de una localidad centenaria.
Los incendios tomaron a la isla de Maui por sorpresa y dejaron tras sí autos calcinados en unas calles antes concurridas y montones de escombros humeantes donde se levantaban edificios históricos. El fuego azotó durante toda la noche del miércoles 9 de agosto y obligó a adultos y niños a meterse en el océano en busca de seguridad.
El condado de Maui actualizó la cifra de víctimas mortales en su web el miércoles en la noche y dijo que, por el momento, no había más detalles disponibles acerca de los decesos. Las autoridades habían dicho antes que 271 estructuras quedaron dañadas o destruidas a causa de las llamas y docenas de personas resultaron heridas.
Los equipos seguían luchando contra las llamas en varios puntos de la isla el miércoles. Las autoridades pidieron a los visitantes que no se acerquen a la zona.
Los incendios de Hawai estaban alimentados por los fuertes vientos del huracán Dora, que pasó bastante al sur. Son los últimos en una serie de problemas causados por el clima extremo registrado en todo el planeta este verano. Según los expertos, el cambio climático está aumentando las probabilidades de que se produzcan estos fenómenos.
A medida que los vientos amainaban en Maui, se reanudaron algunos vuelos el miércoles, lo que permitió a los pilotos observar el alcance de la devastación. Un video aéreo de Lahaina mostró docenas de viviendas y negocios arrasados, incluyendo en Front Street, el lugar donde solían acudir los turistas para sus compras y cenas. Montones humeantes de escombros se acumulaban junto al paseo marítimo, los barcos del puerto estaban dañados y el humo gris se elevaba entre los esqueletos sin hojas de los árboles calcinados.