El cantante y compositor de origen mexicano Sixto Rodríguez, quien fue retratado en el documental galardonado con el Oscar “Searching for Sugarman” (“Buscando a Sugar Man”), murió. Tenía 81 años.
Rodriguez falleció el martes en Detroit, anunció el sitio web Sugarman.org, su muerte fue confirmada el miércoles por su nieta, Amanda Kennedy. Falleció después de una breve enfermedad, según su esposa, Konny Rodriguez, de 72 años.
Una nota de The Associated Press de 2013 se refirió a Rodriguez como “el mejor cantante y compositor de protesta del que la mayoría de la gente nunca ha oído hablar”.
Sus álbumes fracasaron en Estados Unidos en la década de 1970, pero, sin que él lo supiera, más tarde se convirtió en una estrella en Sudáfrica, donde sus canciones de protesta por la guerra de Vietnam, la desigualdad racial, el abuso a las mujeres y la rigidez social inspiraron a los liberales blancos horrorizados por la brutalidad del país y el sistema de segregación racial del apartheid.
El documental del cineasta sueco Malik Bendjelloul “Searching for Sugar Man” presentó a Rodriguez a una audiencia mucho mayor. La película cuenta la misión de dos sudafricanos por buscar el destino de su héroe musical. Ganó el Premio de la Academia al mejor documental en 2013.
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Rodriguez era “más popular que Elvis” en Sudáfrica, dijo Stephen “Sugar” Segerman en 2013. El apodo del propietario de la tienda de discos de Ciudad del Cabo proviene de la canción “Sugarman” de Rodriguez.
Mientras su fama crecía en Sudáfrica, Rodriguez vivía en Detroit, donde nació en 1942. Sus fans sudafricanos creían que también era popular en Estados Unidos. Escuchaban historias de que el músico había muerto dramáticamente, que se había pegado un tiro en la cabeza en un escenario de Moscú; que se había prendido fuego y murió quemado ante una audiencia en otro lugar; que había muerto de una sobredosis de drogas; que estaba en una institución mental o que había sido encarcelado por asesinar a su novia.
En 1996, Segerman y el periodista Carl Bartholomew-Strydom se propusieron descubrir la verdad. Sus esfuerzos los llevaron a Detroit, donde encontraron a Rodriguez trabajando en obras de construcción.
“Ahora es historia del rock and roll. ¿Quién lo habría pensado?”, dijo Rodriguez a The Associated Press hace una década.
Rodriguez se ganaba la vida con trabajo manual. Dijo que después de que su carrera musical fracasó, simplemente “volvió a trabajar” para sostener una familia que incluye tres hijas y tras intentar varias campañas fallidas para puestos públicos.
Aun así, nunca dejó de tocar su música.
“Sentí que estaba listo para el mundo, pero el mundo no estaba listo para mí”, dijo Rodriguez. “Siento que todos tenemos una misión, tenemos obligaciones. Esas vueltas en el viaje, diferentes giros: la vida no es lineal”.
Konny Rodriguez dijo que se conocieron en 1972 cuando ambos eran estudiantes en la Universidad Estatal de Wayne en Detroit y se casaron a principios de la década de 1980. Aunque todavía estaban casados al momento de su muerte, la pareja había estado separada durante varios años, dijo Konny el miércoles mientras rebuscaba entre algunos de los objetos antiguos de Sixto.
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“Le encantaba la universidad. Nació para que le enseñaran, para enseñarse a sí mismo”, dijo Konny Rodriguez. “La música era más para unir a la gente. Tocaba en cualquier lugar, en cualquier momento. Ahí fue donde lo noté. Iba caminando por Cass Avenue con una guitarra y un bolso negro. Era un tipo realmente excéntrico”.
A los dos álbumes que grabó en 1969 y 1971 “no les fue bien”, dijo ella.
“Estoy segura de que todavía era algo que rondaba su mente”, agregó Konny. “Luego, en 1979, contesté el teléfono y era un tipo con acento australiano que dijo ‘debe venir a Australia porque es muy famoso aquí’”.
Konny dijo que hicieron una gira por Australia en 1979 y 1981 y luego se enteraron del impacto de su música en Sudáfrica.
“Estaba ocurriendo el apartheid”, dijo. “Frank Sinatra tenía un anuncio de página completa, ‘No vayas a Sudáfrica’. No lo hicimos”.
Después del final del apartheid, Sixto Rodriguez viajó a Sudáfrica y por fin se presentó ante sus fans allí, dijo.
“Le fue muy bien en Sudáfrica. Fue una locura”, dijo Konny.
Algunas de las canciones de Rodriguez habían sido prohibidas por el régimen del apartheid y se habían hecho muchas copias pirata en cintas y luego en CD. Rodriguez intentó cobrar las regalías que no recibió de su música en Sudáfrica.