Las fuertes precipitaciones que azotan a la capital china y otras regiones del norte del país desde el pasado sábado son las más intensas desde que se tienen registros oficiales, según informó la Oficina Meteorológica de Pekín. El fenómeno meteorológico está relacionado con el paso del tifón Doksuri, que ha causado estragos en varios países asiáticos.
Según los datos de la entidad, el nivel de lluvia acumulada en el embalse del distrito de Changping de Pekín entre el 29 de julio y el 2 de agosto alcanzó los 744,8 mm, superando en más de 100 puntos el récord anterior. El registro más antiguo de precipitaciones en Pekín data de 1883, cuando se registraron 510,3 mm en una semana.
Las lluvias torrenciales han provocado la muerte de al menos 11 personas en la capital china, así como graves inundaciones y daños materiales en zonas a lo largo de los ríos Amarillo y Huaihe. Cientos de miles de personas han sido evacuadas a refugios temporales por las autoridades de gestión de inundaciones, que han activado los protocolos de emergencia.
Además, se han desplegado equipos de servicios urbanos para limpiar las calles y reparar los sistemas de telecomunicación afectados por el agua. El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado redoblar los esfuerzos de búsqueda y rescate para salvar a los desaparecidos o atrapados por las inundaciones, así como brindar asistencia médica a los heridos y restaurar la normalidad lo antes posible.
Los expertos meteorológicos advierten que el riesgo de inundaciones seguirá siendo alto en agosto, ya que se espera que dos o tres tifones más toquen tierra o influyan en el clima de China. El tifón Doksuri, que se formó en el océano Pacífico el 26 de julio, ha sido uno de los más potentes de este año, dejando un saldo de decenas de muertos y desaparecidos en Filipinas, Vietnam, Laos y Tailandia.