El Papa Francisco ha iniciado este martes su viaje apostólico a Portugal, donde participará en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el mayor evento que organiza la Iglesia católica cada tres años y que reúne a cientos de miles de jóvenes de todo el mundo.
El pontífice argentino, de 86 años, ha sido recibido por el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, en la base militar de Figo Seco, tras un vuelo de dos horas desde Roma. Después se ha trasladado al Palacio Nacional de Belém, donde ha mantenido un encuentro privado con el mandatario portugués y ha pronunciado su primer discurso en tierras lusas.
En su alocución, Francisco ha hecho un llamamiento a Europa para que «ofrezca procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo». También ha elogiado el papel de Portugal como «puente entre culturas y continentes» y ha animado a los jóvenes a ser «protagonistas del cambio» y a «soñar en grande».
Francisco, ha concluido su agenda del día con una reunión con los obispos portugueses en el monasterio de los Jerónimos, donde se espera que aborde el tema de los abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero, tras el reciente informe que reveló casi 5.000 casos en los últimos 70 años. Además, se ha anunciado que Francisco se reunirá con un grupo de víctimas de abusos, aunque no se han dado más detalles al respecto.
Durante este miércoles, el papa comenzará su participación en los actos de la JMJ. Presidirá la ceremonia de apertura en el parque Eduardo VII, confesará a algunos jóvenes en el parque da Bela Vista, encabezará un Via Crucis que reflejará las dificultades de los jóvenes hoy en día y escuchará los testimonios de algunos de ellos durante una vigilia nocturna en el parque das Nações.