Los bomberos contuvieron parcialmente este martes 1 de agosto un enorme incendio que comenzó en una reserva de vida silvestre en California y se extendió a Nevada, donde el humo ocultó el sol en Las Vegas, mientras las llamas consumían decenas de miles de hectáreas de matorrales del desierto.
El incendio York, de 323 kilómetros cuadrados (125 millas cuadradas), el más grande de la temporada en California, fue contenido en un 23% este martes.
Las llamas estallaron el pasado viernes cerca de la zona del cañón de Caruthers en la vasta reserva y cruzaron a Nevada el domingo.
El lunes al mediodía la bruma ocultó las montañas que rodean la ciudad y los suburbios de Las Vegas. Debido a la baja visibilidad, las partidas del Aeropuerto Internacional Harry Reid sufrieron demoras de hasta dos horas.
Los bomberos enfrentaron “remolinos de fuego” el lunes al tratar de contener las llamas.
Un remolino de fuego es una “columna giratoria de fuego” que se forma cuando se combina el calor intenso con vientos turbulentos, según el Servicio de Parques Nacionales.
Los vórtices, que pueden alcanzar cientos de metros de altura y distintas velocidades de rotación, aparecieron el domingo en el extremo norte del incendio York.
“Aunque es fascinante observarlos, son fenómenos naturales muy peligrosos que suelen producirse durante los incendios forestales”, dijo el servicio de parques.
Partes de Estados Unidos han sufrido temperaturas extremas en semanas recientes. En todo el mundo, julio fue tan cálido que los científicos calculan que será el mes de temperaturas más altas desde que se realizan estadísticas y posiblemente de toda la historia de la civilización.
Los expertos dicen que los matorrales, los bosques de pinos piñón y los célebres árboles de Josué de los montes New York del condado de San Bernardino podrían tardar siglos en recuperarse naturalmente, si es que alguna vez sucede.
Aún se investiga la causa del incendio York, que según las autoridades comenzó en tierras privadas dentro de la reserva.
