La gerencia de los Leones del Caracas anunció el miércoles su mudanza a un nuevo estadio de béisbol, inaugurado durante la Serie del Caribe disputada en febrero pero que plantea el reto de atraer a los aficionados a un recinto alejado del centro de la ciudad, de difícil acceso vial y que casi duplica el aforo del parque que por siete décadas fue su hogar.
Los Leones se mudan del estadio Universitario, en pleno centro de la ciudad, al Estadio Monumental Simón Bolívar, en el suroeste de Caracas, construido bajo los estándares de las Grandes Ligas, dijo Juan Carlos Escobar, presidente de los Leones, en una rueda de prensa.
“Queremos que la gente asista al estadio”, como primer objetivo, pero también “van a tener otro tipo de actividades, otro tipo de eventos para llamar la atención y para que el público general” se divierta, incluyendo un museo, entre otras atracciones, acotó Escobar. “El equipo no es nadie sin su fanaticada”.
Los Leones, campeones de la pasada temporada de béisbol invernal venezolano, estuvieron desde octubre de 1952 en el estadio Universitario de Caracas, donde conquistaron 18 de sus 21 títulos.
Mientras el Universitario tiene un aforo de 20.700 personas, el Monumental Simón Bolívar de Caracas, propiedad del Estado venezolano, tiene una capacidad de 38.000 aficionados en asientos y otros 2.000 de pie en áreas comunes de esparcimiento detrás del jardín central.
Los precios de los boletos, que en años recientes se convirtieron en inalcanzables para muchos venezolanos, “se mantendrán” sin variación a los dispuestos para el estadio Universitario, informó el equipo.
La concurrencia a los estadios fue menor en años recientes en comparación con décadas pasadas. Comprar una entrada para muchos es una hazaña en este país sudamericano, azotado por una severa crisis económica, que incluye bajos salarios en bolívares y elevados precios fijados en dólares. A ese escenario se suma una alta inflación que condena a millones a vivir en pobreza.
Algunos equipos hicieron en años recientes malabares para aumentar la asistencia, entre los que se incluyeron ofertas del ingreso gratuito de niños y noches en que las mujeres también pueden entrar sin costo. El objetivo es mantener la pasión por este deporte, que en Venezuela, a diferencia del resto de los países sudamericanos, es más popular que el fútbol.
En Venezuela, la presencia femenina en los estadios es masiva, casi a la par de los hombres, y se cuentan entre los aficionados que celebran con euforia cada jugada.
Asimismo, el béisbol local es un oasis para las personas que se sienten abrumadas por el diario vivir. Es un lugar seguro para beber cerveza, lanzar gritos y desahogarse.
Escobar resaltó que sobre las dudas que hay respecto a la logística del transporte, se trabaja para habilitar más playas de estacionamiento que fueron insuficientes durante la pasada Serie del Caribe, que ganó el equipo dominicano, Tigres del Licey.
Además se acordó con la empresa estatal de trenes subterráneos que el cierre de estaciones se produzca dos horas después de la finalización de los partidos. También se crearán rutas de autobuses para facilitar a menor costo el traslado de los aficionados, añadió.
Escobar mencionó, sin dar detalles, que existe un contrato multianual de arrendamiento, que aún se está afinando, particularmente para garantizar que los aficionados tengan una buena experiencia.