Trabajo de: www.runrun.es
El más reciente Monitoreo de Servicios Básicos del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad -OGP– incluyó dentro de sus categorías habituales los bienes públicos como salud, educación y el beneficio de alimentación de los CLAP.
Estos bienes públicos se sumaron a los servicios básicos constantemente monitoreados por Cedice Libertad (electricidad, telecomunicaciones, agua, transporte, vialidad y recolección de desechos)
Buena parte de los encuestados en este reporte estimó que los productos que contiene la bolsa CLAP son de baja calidad y reportó mecanismos de distribución ineficientes.
La mayoría también comentó que prefiere que la economía mejore para que la gente pueda comprar lo que necesite en los expendios de alimento de su preferencia.
El estudio se practicó en junio y se hicieron encuestas a 2.300 ciudadanos, que se complementaron con la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales y tres redes sociales en simultáneo. Esta investigación la coordinó el economista Raúl Córdoba, investigador del OGP de Cedice Libertad.
50% vende o intercambia contenido de la bolsa
La investigación detectó que en zonas con graves problemas de acceso, el pago por concepto de transporte sobrepasa el valor de la bolsa CLAP.
El 23% de los consultados para el reporte aplaude la iniciativa, aunque resalta que algunos productos son de baja calidad.
Otro punto resaltado es que los cronogramas de distribución son inconsistentes. 51% de los entrevistados mencionó que existen irregularidades con la distribución y los insumos y que no hay canales de denuncia para reportarlos.
62% de los consultados asegura que no utiliza todos los insumos que llegan en la bolsa CLAP debido a su mala calidad. Al menos 50% de las personas que reciben la bolsa admiten que venden o intercambian parte de esos productos, por considerarlos de mala calidad.
Otro hallazgo sobre este punto es que no todas las bolsas son iguales: para los empleados públicos emplean productos de mejor calidad que para los ciudadanos que reciben las bolsas en sus comunidades.
Por otra parte, 78% de los ciudadanos preferiría que se eliminen esos servicios de distribución como el CLAP y aspiran a que mejore la economía del país para que puedan comprar lo que necesiten por medio de su trabajo. Y solo 6% de los consultados asegura que necesita la bolsa para subsistir y que es su único medio de alimentación al mes.
Escuelas deterioradas sin comida, luz ni internet
En el segmento de bienes públicos, que se integró recientemente al monitoreo de Cedice, se consultó también la opinión de los ciudadanos sobre la infraestructura escolar. Los hallazgos fueron los siguientes:
- El 86 % estimó que las escuelas públicas del país tienen algún déficit en sus edificaciones y ameritan alguna remodelación, reparación o mejora. Solo 2% recibieron apoyo para la ejecución de estas mejoras
- Al cierre del reciente año escolar solo el 25% de las escuelas y liceos de sus comunidades recibieron alimentos para su posterior procesamiento.
- El 74% de las escuelas tienen déficit para cubrir los servicios de educación y alimentación de calidad.
- 68% de los consultados opinó que la calidad educativa de la escuela pública ha desmejorado y prefiere esforzarse por pagar una institución privada. Uno de los puntos más mencionados es la falta de educadores.
En este monitoreo también se incluyeron datos que recogió la Asociación Civil con la Escuela, que indican que 38% de las escuelas encuestadas presentan fallas en el servicio eléctrico, 72,2% reporta deterioro o ausencia del servicio de conexión a internet y 49,6% reporta mal servicio o no disponer de suministro de gas.
En el informe se destacaron casos particulares, como el de la Escuela Pública Preescolar Simoncito de Dos Lagunas (Valles del Tuy, Estado Miranda), en donde desde hace cuatro años se denunció ante el Ministerio de Educación que bandas habían tomado su control.
«A la fecha la estructura está tomada por los delincuentes y es usada para sus fines. El preescolar más cercano queda a unos 10 kilómetros, por lo que las madres optaron por darles educación de forma independiente o pagar tareas dirigidas», menciona la investigación de Cedice.
Cifras en rojo en los hospitales
El Monitoreo de Servicios Públicos del OGP destacó los cinco principales «puntos de dolor» sobre la red hospitalaria del país, detectados en la investigación:
- La red hospitalaria nacional trabaja a menos del 10% de su capacidad instalada.
- La asignación de insumos quirúrgicos y no quirúrgicos es discrecional.
- Sólo se atiende entre el 10% y 20% de la demanda nacional por falta de camillas, médicos e insumos.
- La infraestructura hospitalaria recibe poco o nulo mantenimiento.
- Solo 3 de cada 10 bancos públicos de sangre está disponible por tres días a la semana.
- Apenas están operativas menos de 40 ambulancias a nivel nacional.
- Solo el 11% de los CDI están en funcionamiento. El resto no tiene médico asignado, no tiene insumos y la ubicación se usa como vivienda.
Otros datos recabados revelan que el IVSS no ejecuta el pago del 33% de sueldo base que le corresponde a los empleados con reposos mayores a 21 días, aunque todos los meses se hace el aporte.
También, el ruleteo de pacientes puede incluir de 4 a 6 paradas para ser atendido en un hospital.
Se encontró también que pacientes con requerimientos de diálisis solo pueden tratarse en 1 ó 2 centros por ciudad, cuando lo ideal es que hubiese una unidad por hospital.
Sobre situaciones específicas de hospitales, la investigación de Cedice Libertad encontró que:
- El servicio de pediatría y puericultura del Hospital de los Magallanes de Catia está cerrado por falta de insumos, los residentes, en muchos casos llevan los insumos.
- La Maternidad Concepción Palacios, ubicada en San Martin, solicita todos los insumos a las parturientas. Algunos buhoneros los venden en las afueras del hospital.
- El Hospital General Dr. José Gregorio Hernandez (Los Magallanes de Catia) solo atiende entre 10% y 20% de las emergencias que atendía antes de la pandemia, por falta de insumos.
- El Hospital José Ignacio Baldó conocido también como “Hospital El Algodonal” sólo ejecuta el 15% de las operaciones planificadas, debido a la falta de insumos.
Leer más: www.runrun.es