En el marco del aniversario de su nacimiento, este 25 de julio, recordamos la vida y la obra de Dori Parra de Orellana, una de las primeras mujeres en ocupar cargos públicos de relevancia en Venezuela y una incansable defensora de la democracia y los derechos humanos.
Dori Parra de Orellana nació en Barquisimeto en 1923 y desde joven se involucró en la actividad política, siendo electa diputada al Congreso Nacional en 1947, a los 24 años, por el partido Acción Democrática. Fue una de las pocas mujeres que tuvo el privilegio de votar y ser votada en esa época, cuando la participación femenina era muy limitada.
Su compromiso con la libertad y la justicia la llevó a enfrentar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, por lo que fue perseguida, encarcelada y torturada. No obstante, nunca se rindió ni se dejó amedrentar por el régimen opresor.
Tras el derrocamiento de Pérez Jiménez, Dori Parra de Orellana continuó su carrera política, siendo concejal y presidenta del Concejo Municipal de Iribarren, senadora de la República en dos ocasiones y la primera mujer en ser designada gobernadora de un estado, el de Lara, entre 1975 y 1977.
Su gestión se caracterizó por su honestidad, eficiencia, solidaridad y visión de futuro. Impulsó obras y programas sociales, culturales, educativos y económicos que beneficiaron a su pueblo. Fue una líder respetada y querida por sus compañeros, sus adversarios y sus coterráneos.
Dori Parra de Orellana falleció en 2007, a los 83 años, dejando un legado de lucha, dignidad y servicio a la nación. Su ejemplo sigue vigente en estos tiempos difíciles para Venezuela, donde se requiere el valor y la voluntad de las mujeres para abrir las brechas hacia la libertad.