En la homilía de la misa realizada la mañana de este domingo 23 de julio por la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, celebrada en la Basílica Vaticana, Francisco exhortó a cultivar las relaciones con los ancianos para que haya un intercambio fecundo entre las generaciones.
La política, llamada a proveer a las necesidades de los más frágiles, no se olvide precisamente de los ancianos, dejando que el mercado los relegue a “descartes improductivos”. «No podemos sacarlos de la agenda de nuestras prioridades»; se lee en Vatican News como parte del mensaje.
Los abuelos y los ancianos son “raíces que los más jóvenes necesitan para llegar a ser adultos”, fueron palabras del Papa Francisco. Ante unos 6 mil fieles presentes, entre los cuales numerosos ancianos y abuelos con sus nietos y familiares, Francisco dedicó su homilía a la relación entre los jóvenes y los ancianos, que hay que cultivar y hacer crecer. Mirando al mundo actual, exhorta a cuidar a las personas mayores y a no olvidarlas.
Durante el encuentro, su santidad resaltó que se debe estar atentos, “para que nuestras aglomeradas ciudades no se conviertan en “concentrados de soledad”; no vaya a suceder que, a fuerza de seguir a toda velocidad los mitos de la eficiencia y del rendimiento, seamos incapaces de frenar para acompañar a los que les cuesta seguir el ritmo. Por favor, mezclémonos, crezcamos juntos”, enfatizó Francisco.