Para los adultos mayores, es decir que ya tenemos varias décadas de vida activa, es difícil entender la realidad de la Venezuela actual. Jamás pensamos que el país caería en una picada progresiva que en menos de veinte años lo colocaría en los últimos lugares del continente y del mundo, en todas las actividades que un pueblo necesita para vivir dignamente. Comprobarlo en la vida diaria es doloroso, especialmente para quienes hemos tenido la posibilidad de conocer buena parte del planeta. Con toda sinceridad repito mi convencimiento de que éste es el peor régimen que ha sufrido Venezuela, sin que se observen medidas o políticas que caminen en la dirección adecuada para revertir hacia lo positivo lo malo del presente.
Lo dicho impone la obligación de trabajar sin descanso para lograr el cambio radical indispensable. Este tiene que ser el objetivo fundamental. Lo creo posible siempre y cuando entendamos la magnitud de la crisis y dejemos de lado aspiraciones personales y políticas por legítimas que puedan ser. No vivimos en democracia y la libertad desapareció como pilar fundamental de la vida.
Sin agotarnos en un electoralismo estéril, pero viendo con claridad lo que tenemos, debemos ocuparnos del tema de las primarias convocadas para octubre de este año. La misión es escoger la persona capaz de aglutinar ese ochenta y pico por ciento de compatriotas que rechazan al régimen. El riesgo indeseado es que este proceso previo se convierta en una desenfrenada lucha fratricida que deje heridas insalvables que, en definitiva beneficiarían al régimen. Trabaja activamente en esa dirección, aunque sin mayores logros. Las señales son buenas.
Lo ideal sería una candidatura producto de un consenso producto de análisis rigurosos de la realidad y el compromiso escrito y suscrito por todos, de apoyarla sin reservas. Esto es válido con o sin primarias, pero indispensable a los fines consiguientes. Para el día de hoy y para el inmediato por venir, el nombre de María Corina Machado anda de boca en boca, introduciéndose aceleradamente en la mente y el corazón de la mayoría de compatriotas.
La semana pasada se anunció la creación del Comité o Consejo Internacional de apoyo a su candidatura. El esfuerzo coordinado por Antonio Ledezma ha logrado reunir a un grupo muy valioso, meritorio e impecable de venezolanos que serán de mucha utilidad en su campaña con efectos dentro y fuera del país. La mayoría de ellos volverán cuando se necesite su presencia. Por ahora, desde el sitio en que cada uno se encuentra es mucho lo que pueden hacer y están haciendo.
Nicolás Maduro Moros no puede gobernar otro período. Lo ha hecho muy mal. Si fuera un verdadero estadista entendería que llegó la hora de renunciar a su cargo. Pero no lo hará. A María Corina le recomendamos tener mucha prudencia y mantener la firmeza que ha demostrado.
Oswaldo Álvarez Paz