El joven periodista Luis Daniel Cambero, del equipo reporteril de El Impulso, al haber ganado el Premio Regional de Periodismo 2.023, mención escrito digital, por su trabajo 125 años de la Orquesta Mavare, publicado en diciembre del año pasado en este medio, confiesa que ahora es mayor el compromiso y la responsabilidad que tiene en su labor como comunicador social.
Su vocación comunicacional comenzó a muy temprana edad cuando estudiaba bachillerato y surgió su apasionamiento por el deporte, que lo ha cristalizado no sólo en la cobertura de informaciones sobre diferentes disciplinas, sino en la concreción del proyecto que junto con sus colegas Luis Miguel y José Enrique “Kike” Arévalo, quienes trabajaron en El Impulso, está haciendo un podcast sobre fútbol.
Este es el segundo año consecutivo en que un profesional de la comunicación de El Impulso es galardonado con un premio de periodismo.
Le preguntamos:
– ¿Cuál fue la reacción que tuviste al conocer que un periodista del mismo medio había sido premiado?
-Yo no esperaba el premio porque antes del otorgamiento de éste a los ganadores se les avisaba con anticipación. A Luis Miguel le llamaron la vez pasada y le pidieron que enviara videos. Aunque esperaba ganar porque había postulado dos trabajos –uno sobre la principal promotora de la feria artesanal de Tintorero, la señora Nelly Alvarado, patrimonio cultural viviente del estado Lara, acerca de sus muñecas; y el otro, en torno a la Orquesta Mavare— me sorprendió el premio porque no se me comunicó nada. Estaban entregando las menciones del premio y cuando pasaron mi trabajo sentí mucha emoción. Trataba de disimular, pero por dentro estaba muy emocionado.
Mi trabajo fue Orquesta Mavare, 125 años transmitiendo el valor patrimonial de la músicao musical del estado Lara.
Quedó muy bueno porque hice un recuento de la historia de la orquesta. Entrevisté al señor Carlos Guerra, nieto del fundador de la Mavare. También hablé de la Pequeña Mavare y su relación con la orquesta. El protagonismo de Juancho Lucena en aquel momento de su mayor apogeo. El nombre de la orquesta que proviene de un homenaje al músico Ramón Mavare, amigo de Manuel Antonio Guerra. Acerca de la vinculación con la Divina Pastora entrevisté al señor Oswaldo Silva, presidente de la Sociedad Divina Pastora. Desde el 2.001, la orquesta forma parte de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y ese punto fue tratado con el doctor Marco Tulio Mendoza, quien era entonces el director de cultura de la UCLA. Gracias al apoyo de esa casa de estudios es que se mantiene la Mavare. Y cerré con el director Jesús Rodríguez, quien habló sobre los valores que ha venido transmitiendo la orquesta y la actualidad de la misma.
¿Qué significado tiene para ti haber obtenido el premio regional de periodismo en la mención audiovisual?
–Mucho. El primer día no lo creía porque aunque estaba contento me encontraba en shock, pero poco a poco lo he ido asimilando. Sé que es un gran compromiso y una gran responsabilidad porque los trabajos que vaya haciendo se sabrá que son de Luis Cambero, ganador de un premio regional de periodismo y, por tanto, ya no serán de un desconocido, pues ese galardón me ha dado a conocer dentro de la sociedad. Y naturalmente me ha dado más respeto entre mis colegas y las fuentes de información que debo cubrir. Da cierto valor en la profesión.
-¿Cómo recibieron ese reconocimiento tus familiares?
-Me dio nostalgia. El lunes, mi madre iba iba en autobús a Ecuador, a donde llegó el viernes en la mañana. Yo me sentía muy emocionado por el premio, pero no pensaba irme a mi casa, porque no había nadie, ya que mi padrastro falleció hace poco más de un año y como mi novia estaba trabajando, no podía celebrar en grande. Me fui a casa de mi mi tia Dayana y con mi hermana Dayanni y mi sobrino Cristobal Andrés celebrar un poco.
¿Qué te llevó a ser periodista?
A mi me gusta el periodismo deportivo. Cuando estaba en el tercer año, en la época de la militarización en el Coto Paúl, sentí afición por el deporte. Durante mucho tiempo fui aprendiendo a conocer las diferentes disciplinas y lo estoy aprovechando cuando en El Impuso tengo que cubrir las fuentes deportivas de competencias, de básquet, fútbol y Cardenales de Lara. Con Luis Miguel y José Enrique Quique Arévalo estamos haciendo en podcast un programa deportivo, en el cual hablamos de fútbol, concretando un proyecto que ya lleva dos ediciones, uno por cada semana, s hablamos de futol, proyecto que tenemos dos episodios, uno semanal y así estoy llenando mi alma deportiva en ese espacio y en El Impulso, porque mi otra parte, la social, la comparto en Cecocseola, en donde trabajé como integrante del equipo de comunicación, en el cual era productor del programa que se tranmite en Fe y Alegria y sitios web. Siempre que puedo voy allá, a Cecoseola, que es otro mundo dentro de Barquisimeto. Es un ambiente en que se construyen relaciones.
Lea también: ¡Un patrimonio cultural! Nelly Alvarado y sus muñecas de trapo
-¿Cómo te parece este periodismo que se está haciendo ahora, con la utilización de una tecnología para la información inmediata?
-Satura un poco en corto tiempo. No se tiene tiempo para informar de todo. Recuerdo haber oído una expresión de que en periodismo el conocimiento no alcanza más de un metro de profundidad y, por tanto, hay que estar pendiente de todas las cosas.
¿Cómo garantizar la veracidad de la información cuando el tiempo se hace intensamente apremiante para trabajar?
-Hay que contrastar las fuentes, porque el periodista tiene la responsabilidad de verificar bien la información. Se debe consultar bastantes fuentes para saber lo que está pasando, determinar si una información es verdad. Tener presente que la inmediatez atenta contra el trabajo del periodista si éste no precisa la veracidad es verdad por la inmediatez el periodista. A veces para no cometer errores es preferible esperar hasta lograr la confirmación de la información.
-¿Cuáles son los mayores problemas que tienen los periodistas para cumplir con su trabajo?
-El tiempo, sin duda alguna, porque como periodistas tenemos que ir a la calle y algunas veces hay que sopesar las pautas. Ocurre en algunas oportunidades que llegamos tarde a una fuente y se nos complica el trabajo. Otras veces tenemos que recurrir a los especialistas para que nos informen sobre salud, economía y otros aspectos de interés, debido a que los organismos oficiales no proporcionan ningún tipo de detalles de hechos que deben ser de interés general de la población.
¿Qué es lo que más te atrae de tu profesión?
-Aparte del deporte, que me apasiona, busco ayudar a las personas que desean exponer los problemas que atañen a las comunidades. Cuando uno atiende a la gente que hace planteamientos, no ayuda a una persona sino a varias personas o, en general, a las comunidades. Considero que el periodista es un servidor social.
-¿Cuáles han sido los más agradables momentos que has tenido en tu desempeño como comunicador social?
Haciendo un repaso desde que me inicié he podido comprobar que en esta profesión se nota mucho el ego. Algunos piensan que le van a serruchar el puesto, pero hay otros que sí están dispuestos a colaborar con los jóvenes que están comenzando a ejercer. Y en Fe y Alegría, donde participé como el productor de Cecosesola, encontré mucha solidaridad. Y es satisfactorio que esto ocurra.
Lee también: “El loco de la pancarta”: 30 años de lucha social
-¿Y qué reto piensas enfrentar?
Ahorita seguir haciendo trabajos periodísticos en los que se aborden aspectos sociales. Mi intención es profundizar cada día más los conocimientos y obviamente en llegar a ser un periodista respetable. Voy por buen camino. Me empeño en especialiarme en distintos temas para tener un abordaje más profundo en las informaciones. Ese es mi reto.