El gobierno quiere dos cosas: abstención, y división. La respuesta de la oposición debe ser, promover la mayor participación electoral y la mayor unidad posible.
Hay un momento en la vida en el que uno termina de dar malos ejemplos y comienza a dar buenos consejos. Creo que ya, en mi caso, llegué a ese momento.
La coyuntura política actual de Venezuela es muy compleja. Frente a ella me atrevo a dar algunas recomendaciones. Al Presidente Maduro y a su equipo les recomiendo que tomen en cuenta el interés nacional. Recuerden que Venezuela es, según lo declara su Constitución una República democrática y alternativa. La alternabilidad significa que los que están en el poder deben estar preparados para dejar de estarlo. Dejar de estarlo de una manera pacífica, democrática y constitucional.
Todas las encuestas indican que una enorme mayoría de los venezolanos queremos un cambio y, además queremos que ese cambio sea pacífico. Ante esa realidad, los señores del gobierno, con Maduro a la cabeza, deben prepararse para entregar el poder y pasar a ocupar las filas de la oposición. Quienes están hoy en el poder tienen una asignatura pendiente que ni la han cursado ni la han aprobado: hacer oposición democrática.
A la oposición política les recomiendo que nunca pierdan de vista que lo más importante es el interés nacional, el interés de treinta millones de venezolanos. El país es más importante que cualquier proyecto personal o que cualquier interés partidista. Al país le conviene un cambio de gobierno pacífico, no traumático. Y le interesa que la oposición desarrolle una estrategia dirigida a hacer realidad el cambio de gobierno. Eso es lo más importante.
Le recomiendo a la oposición que observe que todo lo que hace el gobierno en su empeño de perpetuarse en el poder está dirigido a promover la abstención electoral y la división del voto opositor. Si eso es lo que busca el gobierno eso es precisamente lo que la oposición debe evitar. Debe evitar la abstención y debe evitar la división.
Le aconsejo a la oposición que no abandone la ruta electoral. Hace seis años se cometió el error de convocar a los venezolanos a no votar. El resultado de esa política fue que Maduro se quedó seis años más en el poder a pesar de contar con una insignificante votación.
Recomiendo que, a pesar de los atropellos y de las arbitrariedades del gobierno, como es el caso de las inhabilitaciones, no abandonemos la ruta electoral y hagamos todo lo posible por unificar el voto de ese ochenta por ciento de compatriotas que anhelan un cambio político, pacífico y electoral.
El gobierno quiere dos cosas: abstención, y división. La respuesta de la oposición debe ser, promover la mayor participación electoral y la mayor unidad posible.
La consigna debe ser: vamos a votar y vamos a votar unidos.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
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