De vez en cuando hay que recurrir al humor para mitigar o bajar las tensiones y las tragedias, aun teniendo conocimiento que el humor en nuestra nación va en decadencia sabiendo todos cuál es la razón y a la vez no debemos permitir que desaparezca por ser vital en nuestra existencia y cuando se termina la risa es porque se está aceptando la peor de las derrotas, entonces hagamos una invitación para que nos unamos de una forma monolítica para no mostrar debilidad ante las adversidades y con esfuerzo, voluntad, amor e inteligencia encontraremos el camino que nos conducirá a la paz, al trabajo digno, a la prosperidad para todos, dándole un buen funcionamiento a las inmensas riquezas que esta nación fue dotada, haciéndola crecer y no caerle a palo como lo que hemos visto hasta ahora; no hay nada más hermoso que podamos exhibir, sintiéndonos orgullosos y podamos aplaudir de pie con alegría en ver a una nación en plena marcha hacia adelante, hoy tristemente en pleno retroceso, eso no es lo que deseamos quienes amamos el trabajo, las buenas costumbres y siempre ser parte de la solución aportando hasta donde nos duela y trabajar hasta el cansancio, ese es el clamor de un alto porcentaje de nuestra patria que suplica por la paz, el desarrollo y no se pierda la voluntad y energía fuera de nuestras idiosincrasias e ideas desviadas que solo sirven para cuartar las esperanzas y el deseo de hacer y destruir lo que ya está hecho.
Debemos hacernos la promesa y apostar de que ese descrédito a nuestra nación no sea cierto y que nuestra patria esté muy lejos de esas acusaciones tal como lo que leí y escuche de Israel que incluye a nuestro país en el triángulo de la maldad ¡Por favor Dios! aléjanos de esas cosas tan maligna que no dudemos que vienen de parte del averno y un ruego al Espíritu Santo para que nos excluya de tan malvada noticia que nos entristece a un alto porcentaje que de una u otra forma pacífica y con amor han construido al desarrollo del país y no desean jamás ver la destrucción de tanto esfuerzo y sacrificio; con dignidad haber soportado todas las tentaciones que invita a la avaricia sin freno ni techo a muchos ricos de hoy que también por una u otra razón andan aferrados, ya que con su gran poder los condujo a ciertas maldades, si hubiesen leído a San Francisco de Asís que también fue muy poderoso, cuando recapacito en una de sus proclamas dijo “para vivir feliz necesito muy poco y lo poco que necesito lo necesito bien poco»; así que unidos a trabajar por el bien sin olvidar que el exceso de paz también es nocivo para la salud.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia el respeto y la prosperidad de nuestro país.