El presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvo una larga reunión con el jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, y sus comandantes, después de que este último intentara derrocarlo el pasado 24 de junio.
Según informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el encuentro se celebró el 29 de junio en la sede presidencial y duró casi tres horas. En él, Putin evaluó la actuación de Wagner en el conflicto armado y los hechos que llevaron al fracaso del golpe.
Peskov dijo que Putin escuchó las explicaciones de los responsables de Wagner, quienes se declararon fieles al mandatario y a la patria. Además, les ofreció alternativas laborales tras su intentona golpista.
Wagner es una empresa de seguridad privada vinculada a Prigozhin, un empresario cercano a Putin y sancionado por Estados Unidos por su supuesta injerencia en las elecciones. Se estima que cuenta con miles de mercenarios que operan en varios países, como Siria, Libia o la República Centroafricana.
El 24 de junio, un grupo de unos 200 soldados de Wagner se rebeló contra Putin y avanzó hacia Moscú con la intención de tomar el poder. Sin embargo, Prigozhin abortó la operación y ordenó la retirada de sus hombres cuando se enteró del plan. Según algunos medios, el líder de Wagner habría actuado bajo presión de los servicios secretos rusos, que habrían detectado el complot.