La ONU alertó hoy de que la semana pasada se registraron las temperaturas medias globales más altas desde que se tienen registros, superando dos récords consecutivos en tres días. Además, advirtió de que la capa de hielo de la Antártica se redujo a su mínima extensión en junio y de que el Atlántico Norte está experimentando un calentamiento anómalo.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), el brazo científico de la ONU, informó de que el 7 de julio se alcanzó una temperatura media global de 17,25 grados Celsius, 0,3 grados por encima del récord anterior del 16 de agosto de 2016, cuando el mundo sufría un fenómeno de El Niño, que ha vuelto a declararse hace unos días.
El 4 de julio ya se había batido el récord de 2026, según los datos reanalizados por la Agencia Meteorológica de Japón. Asimismo, la OMM confirmó que junio fue el mes más caluroso desde 1991-2020, con una temperatura media 0,5 grados Celsius superior a la media.
Estos datos confirman la tendencia al calentamiento global que está afectando al planeta y que tiene graves consecuencias para los ecosistemas y las poblaciones. Una de ellas es la reducción de la capa de hielo en la Antártica, que en junio fue un 17 % menor que su tamaño medio, según las observaciones por satélite.
«Este año hemos notado una fuerte reducción de la capa de hielo en la Antártica, donde la temperatura es más baja que en el Ártico y donde se había mantenido estable hasta 2016», dijo el jefe de Vigilancia Climática en la OMM, Omar Baddour, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Otra anomalía preocupante es el aumento de la temperatura en el Atlántico Norte, que ha sido muy elevada en junio y que ha afectado negativamente a las poblaciones de peces. Por ejemplo, alrededor del Reino Unido la temperatura fue 5 grados superior a la media de ese mes.
El especialista en física climática de la OMM, Michael Sparrow, explicó que los océanos tienen más capacidad de acumular calor que la atmósfera, pero que cuando se sobrecalientan pueden aumentar la temperatura en la atmósfera y causar fenómenos meteorológicos extremos.
«Estamos intentando entender por qué el Atlántico Norte está calentándose a una velocidad extrema y por el momento no podemos atribuir esta anomalía al fenómeno de El Niño», agregó Sparrow.
Baddour sostuvo que El Niño está reuniendo todos los criterios para que se rompan nuevos récords en 2024, cuando el fenómeno se prolongará con su impacto en el aumento de la temperatura del Pacífico Tropical y, consecuentemente, en la atmósfera.