Trabajo www.correodelcaroni.com
A pesar de que el pasado 1 de mayo el bono de alimentación o cestaticket pasó de 45 a mil bolívares, trabajadores públicos de Guayana afirman que el incremento es insuficiente para alimentarse durante 15 días, lo que les obliga a someterse a una dieta a base de carbohidratos, sin proteínas ni verduras.
Un sondeo realizado por Correo del Caroní arrojó que la pasta, harina de maíz precocida y el arroz son los principales productos adquiridos por los empleados de la administración pública, quienes han eliminado de sus dietas los vegetales y las proteínas debido a sus altos costos.
A pesar de que el incremento de la bonificación es de más del 1.000%, 40 dólares no compran ni el 10% de la canasta básica que, según Fedecámaras Bolívar, supera los 500 dólares.
Luis Villalba, docente y representante gremial, declaró que a pesar de que hay un incremento, el monto es insuficiente para costear la alimentación de una familia.
“Esto no resuelve realmente el tema de la canasta alimentaria. Son 3 comidas diarias, imagínate una familia que tiene 2 niños. Estamos hablando de 4 personas que comen tres veces al día, pagan pasaje… No alcanza para resolver los problemas de la vida diaria. Con eso yo compro es carbohidratos. La harina, el arroz, pasta. De proteínas alcanza para comprar quizás huevos y queso. Alternando, es decir una quincena sí y la otra no, un poco de carne o pollo”, aseveró Villalba.
Según el Observatorio Venezolano de Salud la dieta actual del venezolano se basa en grasas y carbohidratos debido al alto costo de las proteínas. Asimismo, los alimentos como las verduras y las frutas han quedado rezagadas debido a su costo.
La presidenta del Colegio de Enfermeras del estado Bolívar, Maritza Moreno, consideró que “40 dólares no cubren las expectativas de ningún hogar venezolano”.
“Es muy poco lo que se percibe. El aumento debería estar acorde al precio de la canasta básica para que se pueda cubrir realmente la alimentación de cualquier hogar. En el gremio de la salud hay múltiples problemas como la anemia y la desnutrición. El salario que percibimos es tan poco que no nos permite comprar proteínas. ¿Qué se puede comprar? Harina, un poco de pasta, arroz. Es muy limitada la compra de carne y pollo. Es muy poco lo que se puede adquirir”, alegó Moreno.
La educadora Reina Álvarez señaló que, a pesar de que el beneficio debería estar indexado al dólar, la realidad es que está fijo en mil bolívares, lo que ya no representa el monto prometido, a la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela.
“Yo con eso puedo comprar solo lo básico. Es imposible para mí comprar vegetales o frutas. Puedo comprar un poquito de pollo o carne molida, pero eso no te da para todos los almuerzos de las semanas”.
Una sociedad sin hábitos alimenticios y mala nutrición
En entrevista con Correo del Caroní la nutrióloga Amada Ruz expuso que la alta ingesta de carbohidratos puede traducirse en el padecimiento de enfermedades como resistencia a la insulina, diabetes e hipertensión.
“El consumo excesivo de carbohidratos hace picos de glucosa en sangre y picos de insulina. Estos picos a largo plazo pueden desarrollar una fatiga en el páncreas y desarrollar diabetes tipo II. Eso también depende de la actividad física que hace la persona. También se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión”, añadió Ruz.
A pesar de que los carbohidratos aportan energía al ser humano, el exceso de su consumo puede traer sobrepeso, puesto que se convierten en azúcares en la sangre y no favorecen al desarrollo muscular.
“Hay que tratar de comer de forma balanceada. Sé que muchos no pueden costear tomates cherry y espárragos, pero debemos mejorar los hábitos alimenticios y buscar opciones que aporten nutrientes, pero sean económicas”, manifestó la especialista.
Ruz enfatizó en que la dieta del venezolano siempre se ha fundamentado en arepas, pan y harinas, en este sentido, al exacerbarse la crisis económica son los alimentos que ha ido dejando en su dieta. No obstante, aseguró que hay opciones más económicas que podrían ser alternativas proteicas.
“El poder adquisitivo de la gente ha disminuido, pero es necesario organizarse. Hay proteínas que la gente no conoce y es necesario concientizar un poco más a la sociedad sobre esto. El venezolano está acostumbrado a comer arepa todos los días, hay que ir añadiendo vegetales y granos. El factor tiempo y el poder adquisitivo bajo juegan en contra de la gente”.
A modo de recomendación, algunos sustitutos de proteínas como la carne y el pollo son las espinacas, los granos, el tofu, la leche y las sardinas, indicó la especialista.