“A lo único que debemos temer… es al miedo”
Franklin Delano Roosevelt (30-01-1882 – 12-04-1945)
Franklin Delano Roosevelt, político, diplomático y abogado, es el único presidente de los Estados Unidos que ha logrado ganar cuatro elecciones presidenciales; 1032; 1936; 1940 y 1944; dirigió los destinos del país más grande del mundo durante la Segunda Guerra Mundial y fue jefe del General de cinco estrellas y posterior presidente norteamericano, Dwight Eisenhower, Comandante Supremo de las tropas de los aliados en el frente occidental del teatro europeo y quien dirigió las operaciones bélicas del desembarco de Normandía, el “Día D.”
A la edad de treinta y nueve años desafió a la poliomielitis que le atacó, físicamente, en agosto de 1921, mientras estaba de vacaciones con su familia en la isla Campobello, en New Brunswick; quedando total y permanentemente paralizado de la cintura para abajo. Superando la afección de los músculos de su abdomen y la parte más baja de la espalda pudo levantarse y con la ayuda de muletas se mantenía en pie. Sujetando sus piernas y caderas con abrazaderas de hierro aprendió a caminar distancias cortas girando su torso mientras se apoyaba con un bastón…
La historia en gran parte, está escrita con relatos y leyendas dejadas por quienes han podido vencer las adversidades teniendo plena conciencia de que, los escollos de la vida tan sólo son un cúmulo de experiencias en la capacitación para enfrentar nuevos retos.
Tenemos que saber valorar los escollos superados convirtiendo las debilidades en fortalezas; la verdad siempre se impone y más temprano que tarde los pueblos se dan cuenta de las manipulaciones impuestas a la ignorancia por la corrupción y la delincuencia a la cual conduce la impunidad de la justicia sin probidad.
Con valor debemos enfrentar los problemas que realmente afectan a los ciudadanos; los análisis tienen que ser objetivos y pragmáticos, por ejemplo, pregunto: ¿Si las caídas de los precios del petróleo no afectan la economía del país, que se estaba haciendo con el inmenso diferencial entre los ingresos monetarios que, en algunos casos, representan más del treinta por ciento el presupuesto nacional? ¿Dónde están esos ingresos monetarios y quién (es) se han beneficiado?
La corrupción instituye delitos de lesa humanidad, los dineros sustraídos del erario público constituyen el instrumento para solucionar los problemas que le ocasionan las necesidades fundamentales a la población.
En pro de la preservación de nuestros principios y valores es absolutamente necesario superar al pantano putrefacto en el cual, algunos han convertido la política con el despotismo engendrado por la ignorancia, el fanatismo y por la delincuencia oportunista con hambre de dinero fácil, que emprendió una lucha, desigualmente despiadada, en contra de productores agropecuarios, empresarios, estudiantes, profesionales, gremios, y/o de los sindicatos desde las trincheras de la guerrilla cobarde y traicionera, asesina de policías y jóvenes soldados, venezolanos casi niños que, a los dieciocho años de edad acudían a prestar el servicio militar o eran enrolados por la recluta infame; muchachos provenientes del sector más desposeído de nuestra población. Aquellos guerrilleros delincuentes fueron guiados, apoyados y financiados por el déspota del caribe.
Con la verdad debemos desenmascarar y execrar la lucha inmisericorde emprendida desde la guerrilla urbana que sublevó a la ciudadanía en contra de sus coterráneos y la convirtió en saqueadores para luego tomar las armas que la República le había dado en custodia e intentaron un magnicidio, durante el golpe de estado cruel que la democracia, conducida por oportunistas apetencias personales, de manera estúpida indultó, obviando que los culpables de la manipulación que enfureció a aquel sector de la población, fueron quienes ocasionaron más de tres mil muertos en los actos vandálicos que propiciaron; presumo que éste fue el comienzo de la impunidad delictiva que ha desembocado en más de 25.000 muertes violentas en un año. Y, se sabe dónde están los muertos, pero no se sabe dónde están los asesinos.
Es de cívica obligación la preservación y fomento de la urbanidad y las buenas costumbres en el marco de la educación idónea, donde se recompense el conocimiento de la manera ancestralmente establecida. La mejor forma de incentivar al trabajo es valorando la honradez, los méritos personales y empresariales, garantizando la seguridad jurídica y el retorno del capital y la inversión a través del beneficio… de la rentabilidad.
El camino hacia la paz está conformado por el Estamento Legal tradicional e internacionalmente aceptado. Una nación que se construye teniendo como bases fundamentales la Seguridad Jurídica ejecutada por la justicia apegada irrestrictamente al “Estamento Legal vigente”, crece con el mejor incentivo para desarrollarse fuerte, sólida, donde la inversión tiene una atracción favorable y donde el intelecto se fortalece en libertad y democracia; donde se construye el futuro en tiempo presente asegurando el porvenir a nuestros seres queridos y a nuestra descendencia.
El Dr. Jorge Rosell Senhenn, durante el acto de instalación de las XXXIX Jornada J. M. Domínguez Escobar; en el Colegio de abogados de Barquisimeto, expresó (Cito):
“Venezuela es hoy día un país sitiado: por la violencia, por la agresión oficial a todo lo que signifique disidencia, por el control de los medios de comunicación, por la destrucción institucional, por la presencia infame de extranjeros en las instancias decisorias, por el descrédito sembrado hasta en la concepción de nuestra historia. Preso de una crisis económica que parece irreversible y enrumbado hacia el azar de políticas públicas que cambian de ejecutores cada seis meses, la represión es hoy la expresión del avance de un proyecto que no admite al mundo sino de manera bipolar; enemigos o amigos. Así visto al mundo, sin interlocutores, sin real política, resulta muy fácil implantarse y perpetuarse conteniendo, reprimiendo, y pulverizando todo intento democrático de respuesta, o de diálogo.”
El gran amor que profeso a mi única Patria me insta a pedirles que oren…
Oren por Venezuela a cada momento que puedan…
Hagamos la Coronilla a la Sangre de Cristo a la Hora Santa, a las 3 p.m.
Maximiliano Pérez Apóstol
