Trabajo de www.lanacionweb.com
El 26 de septiembre de 2022 se inició la reactivación gradual de la frontera entre Táchira y Norte de Santander. A más de nueve meses de ese primer paso, hay deudas pendientes que no permiten hablar de reapertura total.
La puesta en marcha del transporte público binacional es uno de los puntos pendientes en la zona. Los ciudadanos lo reclaman para mayor comodidad al momento de atravesar la frontera de un lado a otro.
Frente a lo costoso que es adquirir el SOAT y la tecnomecánica –este último para los vehículos que van a permanecer más de tres meses en el vecino país–, las personas prefieren dejar el carro o moto estacionados en San Antonio del Táchira o Ureña, para evitar ser multados en algún operativo de tránsito.
En las últimas semanas, la presencia de funcionarios de tránsito en La Parada, a escasos metros del puente internacional Simón Bolívar, ha sido frecuente. Conductores venezolanos han tenido que pagar elevadas multas por incumplir con algún requisito establecido en la hermana república.
“Me vine con mi mamá, desde San Cristóbal, y dejé el carro en una calle cercana a la aduana, donde hay personas que se dedican a cuidar vehículos al aire libre”, especificó este sábado Mónica Camargo, de 39 años.
Camargo iba a Cúcuta a cumplir con varios compromisos. Su madre tenía una cita médica y luego realizarían algunas compras que había postergado por el factor tiempo. “Suelo echarme el viaje cada 20 días”, manifestó ya en el lado colombiano del tramo binacional.
Otra deuda pendiente en frontera es la extensión del horario en los pasos formales. Por los momentos, están operativos por 15 horas: de 6:00 a.m. a 9:00 p.m. Visitantes y propios instan a que sea por 24 horas, como era antes del cierre de 2015.
Las autoridades venezolanas, como el caso del gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, han recalcado que abrir los puentes todo el día no lo ven viable, en vista de la ola de inseguridad que ha acechado en los últimos meses al departamento de Norte de Santander, y cuyo epicentro ha sido la ciudad de Cúcuta.
Esto ha hecho que la vida nocturna en la frontera esté limitada. “Uno quisiera, a veces, quedarse hasta tarde en Cúcuta, para pasar un rato agradable, pero no se puede debido a que cierran el tramo a las 9:00 p.m.”, resaltó Wilfredo Roca, habitante del municipio Bolívar.
Roca se dirigía este domingo, con su esposa y su hija, a Cúcuta. Iban a un centro comercial a pasar un rato distinto, a distraerse: “Nos comemos un helado, vitrineamos y nos regresamos a eso de las 5:00 p.m. Se pasa un rato distinto y agradable”.
Aeropuerto y casas de cambio
En noviembre de 2022, se asomó la posibilidad de que el Aeropuerto internacional Juan Vicente Gómez sería reactivado para vuelos comerciales el 15 de ese mes. La fecha llegó y no se concretó. Han transcurrido 11 años sin que los ciudadanos puedan disfrutar de su terminal aéreo activo.
El 15 de febrero de este año hubo una alegría fugaz. Un avión de Conviasa aterrizó en la pista y avivó las expectativas. Si embargo, el escenario se debía a la llegada de un grupo de funcionarios.
Dándole luz verde al aeropuerto, se reactivarían cerca de 300 empleos, entre directos e indirectos, beneficiando además a los sectores hotelero, gastronómico y al transporte, cuyas líneas de taxis están cerca de las instalaciones.
La cuarta deuda son las casas de cambio. Jeovanny Sayago, representante de los cambistas venezolanos, ha elevado la voz en varias oportunidades para que retornen estos locales a la avenida Venezuela y, de esa manera, se logre una tasa más justa tanto en La Parada como del lado venezolano.
El único tema resuelto, y que era el quinto punto, fue el de los interurbanos. Sus rutas ya regresaron a la frontera desde el pasado lunes 26 de junio.