Corre por WhatsApp una cadena sobre una supuesta orden emitida desde el gobierno para evitar que los trabajadores públicos participen en las elecciones primarias de la oposición, pautadas para octubre de este año.
De acuerdo con una fuente anónima, como dice la cadena, la administración pública tiene «terminantemente prohibido» votar en los comicios convocados por la Plataforma Unitaria, por instrucciones del Palacio de Miraflores y del Ministerio del Interior de Venezuela.
«El partido de gobierno (PSUV) desplegará a sus patrulleros por todo el país y centros de votación opositores para hacer que los adherentes a la causa revolucionaria salgan ese mismo día a escanear su carnet de la patria y confesar su lealtad revolucionaria. Los opositores serán chequeados en cada sector o barrio del país a través de las UBHCh, consejos comunales, comunas, CLAP y cuadrantes de paz», según el texto viral.
EsPaja.com no halló registro de declaraciones públicas en las que el mandatario Nicolás Maduro o el ministro de Interior y Justicia Remigio Ceballos amenazaran con despedir a funcionarios públicos si iban a votar a las primarias de octubre. Tampoco Diosdado Cabello, vicepresidente del Psuv, ha dado instrucciones como las que describe la cadena.
Uno de los rumores recurrentes durante tiempos electorales es que el voto no es secreto. El sistema de votación en Venezuela es automatizada desde el año 2004, con el fin de evitar las irregularidades que tenía la votación manual, dar los resultados de forma rápida, entre otros motivos.
Sin embargo, uno de los motivos por los que los venezolanos desconfían de este sistema es por la Lista Tascón. En los primeros días de febrero de 2004, el parlamentario chavista Luis Tascón se dirigió a las instalaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas para retirar copias de todas las firmas consignadas por la oposición que solicitaban la convocatoria de un referendo revocatorio contra el expresidente Hugo Chávez. Las firmas terminaron en un software que dio rienda suelta a una política sostenida de amedrentamiento, persecución y despidos dentro de la administración pública.
Hasta los momentos, el CNE no prestará apoyo técnico en las primarias opositoras. El pasado 16 de junio, ante la renuncia de las autoridades del Poder Electoral, la Comisión Nacional de Primarias descartó la participación de la institución electoral en la votación de octubre y declaró que los comicios serían autogestionados.
De acuerdo con la plataforma que habilitó la comisión para que los electores actualicen su información, «los datos personales proporcionados se conservarán durante el tiempo necesario para cumplir con la finalidad para la que se recaban. Estos datos no serán utilizados para la elaboración de listas que sean de acceso público o que se entreguen a organismos públicos».
Además, el reglamento determina que los cuadernos de votación y “cualquier otro material electoral que identifique a los votantes” se resguardarán eficaz y cuidadosamente para preservar la identidad de los votantes. También la CNP dictaminó en mayo que concluidos los lapsos de impugnación y proclamación del candidato electo, «se procederá a destruir en acto público la lista de electores, los cuadernos de votación y las boletas electorales, aún en aquellos casos en que no hayan sido usados».
No hay constancia de que el Poder Ejecutivo, el ministerio de Interior y Justicia o el Partido Socialista de Venezuela ordenara públicamente el despido de los funcionarios públicos que participen en las primarias de oposición. En cuanto a los mecanismos para resguardar los datos personales de los votantes, el reglamento que rige las primarias establece que tanto los cuadernos de votación como cualquier otro material electoral serán resguardados y posteriormente destruidos, una vez concluyan los lapsos de impugnación y proclamación del candidato electo.