El pasado sábado 1 de julio se realizó en la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, la Ordenación Episcopal y toma de posesión de Monseñor Owaldo Enrique Valero Araque como Obispo de la Diócesis de Guanare.
La eucaristía estuvo presidida por Monseñor Víctor Hugo Basabe, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto acompañado por distintos Obispos de diferentes Diócesis como: Monseñor Juan Carlos Bravo, Obispo de la Diócesis de Petare, y Monseñor José Luis Azuaje Arzobispo de Maracaibo, Monseñor José de la Trinidad Valera Obispo Emérito de Guanare, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de distintas parte del país.
Monseñor Owaldo, es el VII Obispo nombrado por el Papa Francisco para la Diócesis de Guanare, esta celebración se llevó a cabo junto a la peregrinación arquidiocesana que realiza cada año la Arquidiócesis de Barquisimeto, donde asistieron feligreses de distintas parroquias.
Durante la homilía, Monseñor Víctor Hugo Basabe manifestó “Por la infinita misericordia has sido elegido para ser un hombre de Dios para esta iglesia de Guanare que hoy te acoge con los brazos abiertos, apreciado Owaldo permanece en el amor de Jesús, y desde ese amor, ama a este pueblo que hoy Él te confía a pasastorear”.
De esta manera el obispo de Guanare señaló “es un día de gratitud y de alegría porque Dios lo ha querido desde siempre, Jesucristo mismo me ha elegido para realizar en este ministerio Episcospal, su obra de salvación en esta iglesia diocesana que peregrina en Guanare”.
“Como dice un hermoso canto religioso, no pongáis los ojos en nadie más que en Él, ya que todo en la iglesia, también el obispo es un instrumento para ayudar a fijar la mirada en Cristo, que custodia y protege su rebaño mediante sus elegido, por eso me ha constituido obispo y ha derramado en mi su espíritu”
El nuevo obispo de Guanare se ha caracterizado por ser misionero, transmitir alegría y llevar con él una gran sonrisa “Nací catolico, nací misionero y por más de 40 años estuve en una comunidad llamada “Alegría y Esperanza” una comunidad que se enfoca en los barrios, viviendo los dolores, tristezas y sus alegrías compartiendo con ellos, a través de ese compartir vamos trabajando para superar las dificultades pero sobre todo tener una vida más digna, así que esa alegría y esa vida misionera la seguiré llevando porque está dentro de mi corazón y vida sacerdotal” Indicó Monseñor Araque.
Por último agradeció a todo el clero de Barquisimeto, a la comunidad Alegría y Esperanza, a la feligresía y a todas las comunidades que lo han acompañado en su vida sacerdotal.
