A modo de recordatorio…
En la columna anterior te expresé los aspectos negativos y displacenteros de la ansiedad. Así como la necesidad de aquietar los pensamientos catastróficos que la caracterizan.
La persona que padece de ansiedad está sufriendo; es por ello que ésta incomodidad emocional en ocasiones es maquillada por temor o vergüenza de compartir el sentir.
¡Cuidado con tus pensamientos!
Es importante tomar en cuenta que los pensamientos se producen de manera automática y acelerada. Su tiempo rápido de aparición, no permite que te dé tiempo de analizar si son válidos, falsos o irracionales.
Ellos (los pensamientos) fluyen como el sudor en nuestra frente en tiempo de verano, de manera indetenible y desbocada; y aunque el ejemplo que utilizo es poco elegante o muy caliente (jajaja) así sucede con su producción indetenible y automática.
Por lo tanto, ¡elígelos con mucho cuidado porfa! tienen la facultad de mantener un control casi absoluto sobre cada uno de tus pasos.
A continuación, un ejemplo clásico: (en tres pasos)
- En ocasiones los pensamientos pueden transformar un momento de alegría en angustia,
- Si le asomo el pensamiento de: “cuando las personas se ríen mucho, algo malo les sucederá”,
- Entonces, y por lo tanto construyó la conclusión de: dejaré de pasarla bien para que no me suceda nada… ¡Cuidado!
Elije lo mejor para ti: ¡No compres sin pensar!
Cuando vas a una tienda a comprarte algo lindo, seguramente escoges lo que más te gusta y, te das el tiempo necesario para revisar que tenga tu mejor color, el tamaño adecuado y el modelo que más te satisfaga.
De esa misma manera, deberías hacerlo cuando seleccionas los pensamientos que formarán parte de tu clóset mental. En primer lugar, te sugiero que comprendas y sin lugar a dudas, que en la elección de qué pensar y cómo hacerlo depende exclusivamente de ti, de nadie más.
Luego, es recomendable el que asimiles (sin tantos miramientos) que solamente en tus manos descansa la calidad-cantidad del positivismo o negativismo que te permitas ingresar a tu vida.
Tercero, en base a tu elección cognitiva/motivacional, se activará la conducta de una persona centrada en la acción operativa o ahogada en eternas inseguridades.
Finalmente, disfruta asumir el control de no seleccionar pensamientos oscuros, sino llenos de fortaleza personal, claridad y confianza en ti mism@.
¿Cómo es un diálogo positivo?
Hablar contigo mism@ es una práctica verbal y emocional que aporta enormes beneficios (sólo cuando es positivo), recuérdalo.
Puede hacerse en la mañana, antes de comenzar con tu jornada cotidiana; con palabras claves que sólo tú conozcas su significado. También, puedes acompañarlo de tu canción preferida, esa que te hace mover los huesos, roba sonrisas y calienta tu sangre saludablemente.
Recuerda que solamente tú, tienes la capacidad de dirigir el contenido que tendrá tu discurso; ¡convéncete, anímate y créetelo! … lo demás vendrá en el segundo acto.
Otras estrategias para disminuir tus niveles de Ansiedad:
- Evita cumplir con tus pendientes o la tarea en el último momento. Esto debe ser sustituido por realizarla de manera planificada, sin estrés y en el tiempo indicado ( cuando sentimos ansiedad, posponemos reiteradamente)
- Bloquea la postura de predecir o controlar el futuro. Ello te hace sentir débil y además en realidad es imposible tener el control de variables que fluirán en la medida de tu tiempo o posibilidad.
- Establece propósitos de la semana, de manera posible y lógica. Establecer plazos, te ayudará a establecer los pasos que deseas seguir, fijar cada uno de sus pasos y tomar las decisiones y conductas adecuadas.
Remember: Estoy cerquita para escucharte ([email protected])
Y… Abrazos de OSO.
Nota: Hoy escribo esta columna desde una avenida de Athens, Georgia.
Disfrutando de un súper helado de vainilla, porque así me lo pide este ¡rico calor de verano!
Dra. Cecira Briceño
Psicóloga-Sexóloga
@dracecirapsicologa