Los bajos salarios, la falta de estabilidad laboral, el exceso de horas en el trabajo, los múltiples roles laborales que se ejercen, y la poca oferta de empleos dignos, son los factores que vulneran el ejercicio del periodismo en Venezuela.
Esta situación se agrava cuando a las mujeres periodistas se le suma la carga de cuidados de hijas e hijos y otros familiares, lo que genera falta de tiempo para sí mismas. Por último, la mayoría de las redacciones, medios y organizaciones donde se desempeñan, carecen de medidas efectivas para afrontar la violencia y acoso sexual que se pudiera generar en sus medios.
Lo anterior forma parte de lo que encontró la Red de Mujeres Constructoras de Paz, al analizar los datos de la encuesta que aplicó, en el ámbito nacional, sobre las actuales condiciones de calidad de vida de las periodistas venezolanas. Básicamente, los datos recabados hablan de una precariedad laboral que está devaluando la profesión.
La red obtuvo 155 respuestas, con unas 153 válidas, que aportan una valiosa documentación a las investigaciones que ya levantan algunas organizaciones de la sociedad civil, gremios y academias, sobre las dificultades económicas, laborales y familiares que afrontan diariamente las comunicadoras para sobrevivir.
El informe “Precariedad y sin tiempo para ser: así ejercen las periodistas venezolanas” realizado por la Red de Mujeres Constructoras de Paz resume la situación de las periodistas venezolanas en ámbitos como la precarización laboral, la carga de cuidados, la maternidad, el autocuidado y el acoso en su trabajo. El reporte deriva de una encuesta a 153 mujeres de 19 regiones del país, de entre 21 y 75 años.