El conteo de votos en Guatemala pareció confirmar la madrugada de este lunes 26 de junio, la celebración de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales para suceder al actual mandatario, Alejandro Giammattei.
Con el 90% de datos escrutados, “esto definitivamente es una tendencia, no definitiva pero tenemos tres partidos que van a la cabeza”, indicado en una conferencia de prensa en la madrugada por Gabriel Aguielra, magistrado del Tribunal Supremo Electoral.
Los datos situaban en primer lugar a la ex primera dama de centroderecha Sandra Torres con un 15,2% de apoyos, seguida de Bernardo Arévalo, del izquierdista partido Movimiento Semilla, que dio la sorpresa y marchaba en segundo lugar con un 12,2%. A mayor distancia, con un 7,8, quedó la candidatura de Manuel Conde, de la formación Vamos de Giammatei.
Los tres se seleccionarán por debajo del 20% de votos, lejos del 50% necesario para ganar en primera ronda.
Torres Casanova dijo sentirse contenta con los resultados y aseguró que estaba preparado para ganar con quien fuera a una segunda vuelta. “Primero Dios, yo sea la primera mujer presidenta de Guatemala”, dijo la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza.
La participación se quedó en un 60%, mientras que los votos nulos de una población frustrada superaron los apoyos a los 22 candidatos, con un 17,4%.
Tres aspirantes destacados -de distintas corrientes políticas, pero todos con promesas de importantes reformas- habían llamado al voto nulo cuando sus candidaturas fueron descalificadas por las autoridades electorales, en una de las convocatorias electorales más accidentales de la historia reciente del país centroamericano.
También se ha acusado a las autoridades de proteger candidaturas que auguran la continuidad del sistema.
“Los resultados son el cansancio de la gente con la clase política tradicional”, destaca Arévalo, hijo del expresidente Juan José Arévalo, que dirigió entre 1945 y 1951 uno de los gobiernos más progresistas que ha tenido Guatemala.