Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha declarado culpable de tres delitos federales en un acuerdo con la Fiscalía que le permitirá evitar la cárcel. Los cargos están relacionados con el fraude fiscal, la tenencia ilegal de armas y el uso indebido de fondos públicos.
Según los documentos judiciales, Hunter Biden admitió haber cometido errores en la declaración de ingresos de los años 2017 y 2018, así como haber poseído armas sin licencia. A cambio, la Fiscalía de Delaware aceptó que pueda quedar en libertad condicional bajo una serie de condiciones, entre ellas el pago de una multa y la realización de servicios comunitarios.
El acuerdo pone fin a una larga investigación que ha salpicado la carrera política de Joe Biden, quien aspira a ser reelegido en las elecciones presidenciales de 2024. El expresidente Donald Trump y sus aliados republicanos han utilizado el caso de Hunter Biden como arma arrojadiza contra el mandatario demócrata, acusándolo de corrupción y nepotismo.
Hunter Biden, de 52 años, es el hijo menor de Joe Biden y su primera esposa, Neilia Hunter, fallecida en un accidente de tráfico en 1972 junto con su hija Naomi. El hijo del presidente ha reconocido públicamente sus problemas con las drogas y el alcohol.