Una operación de rescate estaba en curso en las aguas profundas del Océano Atlántico el lunes para buscar un submarino con personas a bordo que se sumergió para ver los restos del Titanic.
El Centro Conjunto de Coordinación de Rescate en Halifax, Nueva Escocia, informó que el submarino fue reportado como desaparecido a las 9:13 p.m. del domingo, a unos 700 kilómetros (435 millas) al sur de San Juan de Terranova, Canadá. El teniente comandante Len Hickey dijo que una embarcación de la Guardia Costera canadiense y barcos militares estaban ayudando en la labor de búsqueda, que estaba dirigida por la Guardia Costera de Estados Unidos en Boston.
OceanGate Expeditions confirmó la búsqueda de su sumergible y dijo que su atención estaba en las personas a bordo de la embarcación para cinco y sus familias.
“Estamos profundamente agradecidos por la amplia asistencia que hemos recibido de varias agencias gubernamentales y empresas de aguas profundas en nuestros esfuerzos por restablecer el contacto con el sumergible”, dijo la compañía en un comunicado. “Estamos trabajando para que los tripulantes regresen sanos y salvos”.
Chris Parry, contraalmirante retirado de la marina británica, declaró a Sky News que el rescate que se estaba llevando a cabo era “una operación muy difícil”.
“La naturaleza real del lecho marino es muy ondulada. El Titanic yace en una zanja. Hay muchos escombros alrededor. Así que tratar de diferenciar con el sonar en particular y tratar de apuntar a la zona en la que desea buscar con otro sumergible va a ser muy difícil”.
En 2021, OceanGate Expeditions inició lo que esperaba que se convirtiera en un viaje anual para relatar el deterioro del emblemático transatlántico que chocó contra un iceberg y se hundió en 1912, matando a unos 700 de los aproximadamente 2.200 pasajeros y miembros de la tripulación. Desde su descubrimiento en 1985, los restos han ido sucumbiendo lentamente a las bacterias que devoran el metal, y algunos han predicho que el barco podría desaparecer en cuestión de décadas a medida que se abren agujeros en el casco y se desintegran algunas secciones.
El primer grupo de turistas estaba financiando la expedición gastando entre 100.000 y 150.000 dólares cada uno.
La expedición de OceanGate de 2023 fue la tercera que realizaba al lugar donde se hundió el transatlántico para documentar su deterioro y la vida marina.