El conflicto en Sudán ha matado a más de 330 niños y ha dejado a otros 13 millones con una extrema necesidad de ayuda humanitaria, dijo este viernes UNICEF, quien hizo un llamado a los bandos enfrentados para que mejoren la protección a los jóvenes vulnerables.
Desde hace dos meses, el ejército de Sudán, dirigido por el general Abdel Fattah Burhan, y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, comandado por el general Mohamed Hamden Dagalo, están inmersos en una letal lucha de poder. Los enfrentamientos se han cobrado la vida de más de 958 civiles, según el Sindicato de Doctores de Sudán, que solo monitorea las víctimas civiles. Se cree que la cifra real de fallecidos es mucho más alta.
“Los niños están atrapados en una pesadilla sin fin, soportando la carga más pesada de una crisis violenta en cuya creación no han tenido nada que ver, atrapados en el fuego cruzado, heridos, maltratados, desplazados y sometidos a enfermedades y a la desnutrición”, afirmó Mandeep O’Brien, representante de la agencia de Naciones Unidas para la infancia en Sudán, en un reporte publicado.
Según las últimas cifras de la ONU, las ocho semanas de combates han dejado más de dos millones de desplazados en todo el país y han intensificado la violencia en la región de Darfur.
No estuvo claro de inmediato cómo contabilizó UNICEF a los 13 millones de niños. En el país, que antes del inicio del conflicto tenía una población de 45 millones de personas, hay alrededor de 21 millones de menores.
La semana pasada, el Comité Internacional de la Cruz Roja rescató a 297 niños de un orfanato en la capital, Jartum. La operación se produjo después de que otros 71 fallecieron desde abril en las instalaciones a causa del hambre y las enfermedades.
En la provincia de Darfur Occidental, “se espera que al menos 14.836 niños menores de cinco años sufran malnutrición severa”, dijo UNICEF. La inestable región lleva semanas con un bloqueo de las comunicaciones casi total.
UNICEF apuntó que se necesitan 838 millones de dólares para hacer frente a la crisis.