La presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Tiziana Polesel, ofreció este miércoles un balance sobre el desempeño del sector comercial en Venezuela durante los primeros cinco meses de 2023, en el que reveló que las empresas redujeron el 40% de sus operaciones por la caída en las ventas y el consumo.
Según Polesel, las cifras son negativas en todos los sectores y regiones del país, siendo el oriente el más afectado con una contracción económica de 44%, seguido por el occidente con 34% y el centro con 21%. Entre los rubros más golpeados se encuentran el servicio y equipamiento para hotelería y restaurantes, que registró un descenso de 68%; los licores, con 57%; los servicios, con 55%; las prendas de vestir y calzados, con 48%; el sector automotor, con 38%; y el comercio electrónico, con 35%.
La dirigente gremial explicó que la reducción de las operaciones se debe a la falta de crédito bancario e inventario, lo que dificulta la reposición de mercancía y la generación de ingresos. «Muchos comerciantes se aventuraron a comprar inventarios que ahora no se mueven», dijo.
Asimismo, señaló que otro problema que enfrentan los comerciantes es la contracción del consumo, debido a la pérdida del poder adquisitivo de la población y al cambio en el patrón de compra.
«La gente no solo está comprando menos cantidades, sino que está cambiando mucho su patrón de compra. En el caso de los alimentos, las proteínas están siendo sustituidas por otros alimentos más económicos, lo que tiende a repercusiones dramáticas por la parte nutricional», afirmó.
Polesel también denunció la voracidad fiscal y la irracionalidad en el aumento de los tributos que afectan al sector comercial, especialmente el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que calificó como «inflacionario» y que puede representar un incremento de 12% en el precio de los productos.
Finalmente, Polesel hizo un llamado al gobierno nacional a tomar medidas urgentes para reactivar la economía y proteger al sector comercial, que es uno de los principales generadores de empleo y bienestar en el país.
«Necesitamos políticas públicas coherentes que nos permitan trabajar y producir», concluyó.
