Las fuertes y continuas precipitaciones saturan el terreno, por lo que deben hacer más labores de siembra, y en consecuencia consumen más diésel, en un momento donde es difícil conseguir el combustible, advierte el presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Celso Fantinel.
“Estamos muy afectados por las lluvias, el maíz llevaba un avance (de siembra) en Portuguesa, menor al 30%… algunos terrenos presentan afectación de hasta el 20%; así como se avanza se retrocede”, declaró en entrevista para Fedecámaras Radio.
Agregó que a diferencia del 2022, las condiciones climáticas en lo que va de 2023, “no han dado tregua”, lo que obliga a los trabajadores del campo a multiplicar los esfuerzos.
“Prácticamente llueve cada 24 o 48 horas, se satura el suelo del terreno y lo que te consigues es barro”, afirmando que no queda más remedio que esperar que drenan los suelos para poder continuar, explicó.
En cuanto a la expectativa de producción que manejan de enero a junio, dijo que la meta sigue siendo “no caer en rubros como el maíz, arroz y caña de azúcar”; detalló que este último rubro tiene tres años consecutivos creciendo en casi 20%.
Para Fantinel, el trabajo que ejecutan los productores y ganaderos del país sigue representando “una hazaña”, en un contexto de inflación, escasez de insumos y falta de crédito.
“Estamos haciendo un trabajo extraordinario, por eso dicen que los agricultores son unos héroes”, aseguró.