San Antonio de Padua es uno de los santos católicos más populares y venerados en el mundo. Su festividad se celebra el 13 de junio, fecha de su muerte en 1231 en la ciudad italiana que le dio su nombre. Pero ¿Quién fue este santo y qué relación tiene con Venezuela y el estado Lara?
San Antonio nació en Lisboa, Portugal, en 1195 con el nombre de Fernando de Bulhoes y Taveira de Azevedo. A los 15 años ingresó a la orden de los canónigos regulares de San Agustín, donde se formó como sacerdote y teólogo. Más tarde, se sintió atraído por la orden franciscana, fundada por San Francisco de Asís, y cambió su nombre por el de Antonio.
Su vida estuvo marcada por el deseo de predicar el evangelio y convertir a los infieles. Viajó a Marruecos con ese propósito, pero una enfermedad lo obligó a regresar a Europa. En su camino, una tormenta lo llevó a Sicilia, donde conoció personalmente a San Francisco. Desde entonces, se dedicó a recorrer Italia y Francia como predicador y maestro de teología.
San Antonio se destacó por su elocuencia, su memoria prodigiosa y su profundo conocimiento de las Escrituras. El papa Gregorio IX lo llamó «Arca del Testamento» por su sabiduría. Realizó numerosos milagros, como hacer hablar a un pez, reinsertar el pie amputado de un joven o sostener al Niño Jesús en sus brazos.
San Antonio murió a los 36 años en Padua, rodeado de sus hermanos franciscanos. Fue canonizado al año siguiente por el papa Gregorio IX, convirtiéndose en el segundo santo más rápidamente canonizado por la Iglesia, después de San Pedro Mártir de Verona.
Su culto se extendió rápidamente por todo el mundo. Es considerado el patrono de los objetos perdidos, las mujeres estériles, los pobres, los viajeros, los albañiles, los panaderos y los papeleros. También es invocado para encontrar pareja o conservar el amor.
En Venezuela, San Antonio tiene una gran devoción popular. Se le atribuyen muchos favores y milagros, especialmente en el estado Lara, donde se le conoce como «el santo milagroso». Según la tradición oral, San Antonio llegó a Lara en 1620, cuando un fraile franciscano trajo una imagen suya desde España.
La imagen fue colocada en la capilla del pueblo de El Tocuyo, donde comenzaron a ocurrir hechos prodigiosos. Los fieles acudían a pedirle al santo por sus necesidades y agradecerle sus gracias. Con el tiempo, la imagen fue trasladada a la ciudad de Barquisimeto, donde se construyó un templo en su honor.
Actualmente, la imagen de San Antonio se venera en la basílica menor que lleva su nombre en Barquisimeto. Cada 13 de junio se celebra una multitudinaria procesión por las calles de la ciudad, donde los devotos le rinden homenaje con flores, velas y cantos.
San Antonio de Padua es un ejemplo de santidad, humildad y caridad para los católicos. Su vida y sus milagros inspiran confianza y esperanza en Dios. Su intercesión es poderosa y eficaz para quienes lo invocan con fe.
