Desde la firma del Acuerdo de Ginebra, en 1966, Venezuela se dio a la tarea de hacerlo cumplir tal como reza su artículo primero: “buscar una solución práctica y satisfactoria” entre nuestro país y la República Cooperativa de Guyana, en cuanto a la reclamación del territorio del Esequibo.
La afirmación es hecha, al ser entrevistado para El Impulso, por el doctor Manuel Alberto Donis Ríos, quien fuera director encargado del Instituto de Investigaciones Históricas Hermann González, S. J., de la Universidad Católica Andrés Bello, docente universitario, historiador, investigador, autor de un estudio sobre el Esequibo y miembro de la Academia Nacional de Historia.
En sus declaraciones manifestó que Guyana, no obstante haber suscrito el Acuerdo de Ginebra, nunca lo reconoció.
Desde 1966 hasta el 2018, cuando ya habían transcurrido 52 años, Guyana, de manera unilateral, acudió a la Corte Internacional de Justicia, para demandar a nuestro país.
Nunca se sentó para tratar precisamente lo convenido en dicho acuerdo, resaltó el especialista en historia, territorio y cartografía.
Comenta que algunos sectores han opinado desde entonces que hubo debilidad por parte de nuestro país, pero hay que tener cuidado al criticar lo que ha ocurrido, porque Venezuela hizo todo cuanto pudo, prosiguió. En tiempos de los gobiernos democráticos, incluso, se habló de la construcción de una gran represa, en la cual nuestro país iba a poner dinero.
Pero, observa, cada vez que se tocaba el tema de la reclamación, Guyana decía que no cedería territorio.
Dice el doctor Donis Ríos que en ningún momento se planteó quitarle los 159.542 kilómetros cuadrados porque esa intento, con relación al Acuerdo de Ginebra, no es práctico ni satisfactorio.
Este asunto se manejó mal al comienzo, explica. Se le hizo creer a todos los venezolanos que la reclamación era por todo el territorio. Se entiende que cuando alguien tiene que negociar se va de lo mayor a lo menor. El territorio es nuestro, completo, pero Venezuela nunca se pudo sentar a discutir con Guyana lo relacionado con ese territorio.
Venezuela planteó cuáles eran sus puntos importantes, pero Guyana se negó de plano a entregar un solo kilómetro cuadrado de territorio. El juego, como se dice acerca de las partidas de dominó, quedó trancado.
Llegado a este punto, el doctor Donis Ríos considera que si el asunto es delicado en estos momentos se va a poner más delicado aún, porque Guyana no acepta los títulos históricos de Venezuela, que nos dan nuestros legítimos derechos de territorio.
Como la Corte Internacional de Justicia se pronunció a favor de la demanda de Guyana contra Venezuela, la cuestión se complica porque ahora lo que priva es el hecho procesal.
Es por ello que en la contrademanda a la cual recurrirá Venezuela en abril de 2.024 hay que hacer valer los títulos históricos, asienta. Pero, tenemos que prepararnos muy, muy bien, con abogados que sepan conocer a fondo cómo funciona la Corte Internacional de Justicia en lo que concierne al hecho procesal.
En su criterio, hay que analizar no solo el laudo de Paris, sino el tratado que condujo a ese hecho y la imposibilidad que tuvo Venezuela de tener su representación plena, ya que nuestro país fue representado por los Estados Unidos.
Una de las cosas fundamentales es demostrar la nulidad del arbtraje, sostiene el doctor Donis Ríos. Y la nulidad del Laudo como tal.
Además de toda la defensa que pueda hacer Venezuela, nuestra arma principal tiene que ser el Acuerdo de Ginebra, enfatiza. Y el hecho es que Guyana, al igual que la Gran Bretaña, firmó ese acuerdo y, por tanto, tienen que responderle a Venezuela.
Comunicado
El doctor Donis Ríos estima muy contundente el comunicado del Consejo Universitario de la Universidad Católica Andrés Bello, que en su reunión del 30 de mayo de este año, a propósito de la demanda interpuesta ante la Corte Internacional de Justicia por la República Cooperativa de Guyana contra nuestro país el 29 de marzo del 2.018.
Esa Corte, mediante sentencia del 18 de diciembre de 2020 se declaró competente para resolver la controversia relacionada con la nulidad o validez del laudo arbitral de Paris, del 3 de octubre de 1.899, y la cuestión conexa del arreglo definitivo de la frontera entre ambos países.
La mencionada Corte en sentencia de abril de 2.023 rechazo las excepciones preliminares presentadas por Venezuela el 7 de junio de 2022.
Sabiendo que las sentencias dictadas por dicha Corte tienen carácter definitivo, obligatorio e inapelable, y que la República Bolivariana de Venezuela debe presentar su contramemoria el 8 de abril de 2024, la UCAB, declara:
Primero, ratifica su posición de que el laudo de Paris del 3 de octubre de 1.899 es nulo e írrito, por haber incurrido en múltiples violaciones al Derecho internacional, violado el debido proceso y dejado a una de las partes en indefensión; incurrido en el vicio de exceso de poder; decidido mas allá de lo requerido al tribunal arbitral, y en consecuencia haber incurrido en el vicio de ultra petita; carecer de motivación y faltar al deber de imparcialidad de los árbitros.
Segundo, la UCAB reconoce la vigencia del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1.966 firmado por Venezuela, el Reino Unido e Irlanda del Norte y Guayana Británica, que a partir de mayo de ese año sería un estado independiente –la República Cooperativa de Guyana—, cuyo objetivo es “buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el Reino Unido surgida como consecuencia de la contención venezolana de que el laudo arbitral de 1.899 sobre la frontera entre Venezuela y la Guayana Británica es nulo e írrito.”
Tercero, los títulos históricos y jurídicos de Venezuela sobre la trayectoria del Esequibo son contundentes, numerosos e incontestables. Así lo han acreditado múltiples investigaciones desarrolladas por instituciones públicas y centros académicos, que respaldan la legítima reclamación territorial de Venezuela.´
Esta Universidad ha estado vinculada por varias décadas con esa justa causa, especialmente a través del Instituto de Investigaciones Históricas P. Hermann González Oropeza, S.J., que desde su creación en 1.956 brinda asesoría al Ministerio de Relaciones Exteriores en lo concerniente a la historia territorial de Venezuela. El Instituto ha elaborado informes determinantes para la orientación de las acciones del Estado, ha editado monografías en conjunto con instituciones públicas y privadas, y ha incorporado a los programas de las maestría y doctorados en Historia asignaturas sobre historia territorial y regional de Venezuela, y formando numerosos especialistas en el área.
Cuarto, la UCAB reitera su compromiso con la integridad territorial de Venezuela y pone a la orden sus buenos oficios y su experticia para contribuir con la investigación y discusión sobre el tema y para apuntalar los argumentos o defensa que debe presentar Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia, en resguardo de los derechos e intereses de la República Bolivariana de Venezuela.
El comunicado fue firmado por Arturo Peraza Celis, J. S., y Magaly Vásquez González, rector y secretaria, respectivamente, de esa casa de estudios.
Contribución
El doctor Donis Ríos hace hincapié en la labor investigativa de la UCAB, prácticamente desde su fundación, en la Historia Territorial y Regional de Venezuela.
El Instituto de Investigaciones Históricas de la UCAB, refiere, comenzó en 1956 bajo la dirección del padre Hermann González Oropeza, quien fue un caroreño persistente.
Luego lo dirigió el fraile Cesáreo de Armellada, seguidamente el padre José del Rey (quien fuera rector de la Universidad Católica del Táchira), después el historiador Elías Pino Iturrieta, y el doctor Manuel Donis estuvo encargado. Actualmente el director es historiador Tomás Straka.
Conviene destacar que los expertos del Instituto elaboraron un informe que fue presentado al gobierno nacional en 1.965 sobre la reclamación del territorio Esequibo.
Acerca de esta reclamación no se puede obviar que por más de quince años estuvieron en los archivos europeos los investigadores Hermann González y Pablo Ojer Celegueta.
El Instituto de Investigaciones Históricas durante mucho tiempo ha brindado asesoría a la Cancillería en cuanto a temas relacionados con la frontera venezolana y, por supuesto, con el tema de la reclamación del territorio del Esequibo.
Aparte de eso, hay una gran cantidad de publicaciones de este Instituto sobre frontera con Guyana.
Los investigadores José de Rey Fajardo y Hermann González realizaron muchos estudios sobre todo lo relacionado con el Esequibo.
Nuestro entrevistado confiesa que tiene la línea de investigación de Historia Territorial de Venezuela y de Fronteras, que siempre ha sido materia obligatoria en las maestrías de Historia, que estamos ofreciendo desde 1979-80 y en el doctorado de Historia.
La vinculación del Instituto de Investigaciones Históricas con la Cancillería, con la Dirección de Fronteras de Relaciones Exteriores, siempre ha sido estrecha en cuanto a ofrecer información y publicaciones sobre el tema de fronteras y, particularmente, del Esequibo.
La Cancillería siempre ha tomado en cuenta los comentarios, observaciones y publicaciones del Instituto, reconoce. Los sacerdotes Hermann González y Pablo Ojer Celegueta fueron asesores del Ministerio de Relaciones Exteriores durante treinta años. Eran unos expertos, que viajaban a Europa para examinar documentos en los archivos y trabajaron en lo relacionado con el Acuerdo de Ginebra y el Protocolo de Puerto España.
Es por ello que el doctor Donis Ríos cree que el Instituto podrá dar un gran aporte al momento en que Venezuela tenga que defenderse en la Corte Internacional de Justicia.