La Web de la Salud- Violeta Villar Liste
La aplicación de la vacuna contra la influenza, “diseñada para brindar protección contra cuatro tipos diferentes de virus de la influenza: dos virus de influenza A y dos virus de influenza B”, forma parte de las nuevas perspectivas en prevención cardiovascular para el año 2014.
Durante la edición número 30 del Congreso Interamericano de Cardiología (SIAC) que hasta hoy se desarrolla en Panamá, se insistió de manera particular en el poder de la vacuna contra influenza de reducir el riesgo de mortalidad en el paciente cardíaco en caso de contraer la enfermedad.
Este dato es de particular importancia en el contexto de Panamá, al confirmar el Ministerio de Salud (Minsa) el reciente deceso, a causa de influenza, de cinco personas: eran menores de 55 años, no estaban vacunadas y tenían comorbilidades.
El Dr. Carlos Aguiar (Brasil), especialista en insuficiencia cardiaca avanzada y en trasplante cardiaco, durante su conferencia, Nuevas perspectivas sobre la prevención cardiovascular en 2014, citó los resultados del estudio DANFLU-1 de Dinamarca, el cual buscó comparar el desempeño de dosis altas de vacuna cuadrivalente comparado con dosis estándar.
Los resultados confirmaron una reducción del 49% de riesgo de mortalidad en quienes recibieron vacuna de influenza de dosis alta, comparado con el grupo de dosis estándares.
El Dr. Juan Guillermo Sierra D., fellow de Cardiología y miembro del grupo Líderes Emergentes de la SIAC, en memoria del Congreso Europeo de Cardiología 2022, resalta que el estudio DANFLU-1, “nos proporciona resultados dicientes de como la vacuna de altas dosis cuadrivalente contra influenza es altamente efectiva en reducir hospitalizaciones y muerte en poblaciones de 65-79 años”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), sobre el origen de esta vacuna, explica que “durante años, las vacunas contra la influenza fueron diseñadas para proteger contra tres virus diferentes de la influenza: un virus de influenza A(H1N1), un virus de influenza A(H3N2) y un virus de influenza B, a pesar de que existen dos linajes diferentes de virus B que están en circulación durante la mayoría de las temporadas. Se agregó un virus B del segundo linaje para ofrecer mayor protección contra los virus de la influenza en circulación”.
Tendencias 2024 en prevención CV
Además de la vacuna de influenza en dosis altas, el Dr. Carlos Aguiar citó otras perspectivas sobre la prevención cardiovascular en 2014.
Destaca el empleo de nuevas herramientas de marcadores para la evaluación de riesgos como el uso de la calculadora HeartScore y sus actualizaciones: gracias a la colaboración de alrededor de 200 investigadores y 45 cohortes de pacientes en 13 países con 700.000 participantes, fue posible crear un algoritmo de predicción del riesgo cardiovascular a 10 años, con lo cual se salvan vidas.
También el horizonte de 2024 incluye nuevas intervenciones para mejorar el control del LDL o “colesterol mal”; mejorar el diagnóstico y seguimiento de la hipertensión, la protección cardiorrenal del paciente con diabetes mellitus; uso de nuevos medicamentos para prevención de CV secundaria y atender la calidad del sueño del paciente.
Vacuna contra la influenza y su efecto protector
El Dr. Héctor Ortiz, catedrático de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, miembro de la Sociedad Internacional de Electrocardiología y revista de Electrocardiología de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC) y correspondiente de Guatemala, señaló que la protección de la vacuna contra la influenza (en este caso dosis estándar) va más allá de evitar la enfermedad: “Reduce la mortalidad y esto es un dato importante. Si me da influenza, y tengo riesgo cardiovascular, pero me he vacunado, disminuye mi riesgo de morir entre 35% a 40%».
En relación con la vacuna contra COVID-19, resaltó que la protección supera el 50%.
“La vacuna contra COVID-19 previene infarto, arritmias y disfunción cardiaca, además de evitar COVID severo y que la mortalidad cardiaca sea mayor”.
Su exhorto es a emplear los distintos canales educativos para invitar a los pacientes a vacunarse y perder el miedo a la inmunización.
El Dr. Rodolfo Vega Llamas, del Departamento de Cardiología de la Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia), en su estudio, El rol de la vacunación contra influenza y su impacto en Cardiología, recuerda que “la influenza es una enfermedad grave y frecuente, la cual tiene una alta carga de enfermedad en el mundo. Se calcula que al año hay entre 3 a 5 millones de casos de enfermedad grave que requieren manejo intrahospitalario, y alrededor de 290.000 a 650.000 muertes en cada temporada. Toda la población está en riesgo de contraer una enfermedad por influenza; sin embargo, los niños y pacientes crónicos, como aquellos con enfermedades cardiovasculares o pluripatologías, presentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones”.
Resalta que si bien “la prevención de la infección por influenza a través de la vacunación es bien conocida en la población infantil, desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud y prevención de la mortalidad y la morbilidad en los pacientes con enfermedad cardiovascular”, por lo cual “debe ser incluida en la prevención secundaria integral en estos pacientes”.
Influenza y gripe común son diferentes: “La influenza es una enfermedad que puede ser severa y asociarse a varias complicaciones”, advierte.
El estudio, Asociación entre la vacunación contra la influenza y los resultados cardiovasculares en pacientes de alto riesgo: un metanálisis, publicado en Jama, también aporta evidencia sobre el factor protector de esta vacuna en el paciente cardiovascular.
Investigadores peruanos, en el artículo La vacuna contra la influenza: una nueva herramienta de prevención cardiovascular, citan estudios que comprueban el beneficio de la vacuna contra la influenza, al reducir el riesgo de eventos cardiacos adversos importantes entre las personas con enfermedades cardiovasculares existentes. En los adultos mayores de 65 años ”reduce la transmisión y los cuadros graves causados por enfermedades prevenibles con vacunas, sobre todo en los países de ingresos altos, pero la política de vacunación en este grupo etario no se ha implementado ampliamente en los países de ingresos medios”.
En Panamá, tanto el Minsa como la Caja de Seguro Social (CSS), están en alerta debido a la cocirculación de varios virus: COVID-19, influenza, rinovirus, adenovirus y el sincitial respiratorio.
La Dra. Gladys Guerrero, jefa de la Unidad de Inteligencia Sanitaria de la CSS, afirmó que el de mayor circulación es influenza. Exhortó a la vacunación y al personal de primera línea a estar alerta ante la sospecha diagnóstica, “porque eso puede hacer la diferencia en la vida de un paciente”.