El papa Francisco acudió a un hospital este miércoles para someterse a una operación abdominal para tratar un bloqueo intestinal, dos años después de que se le extirpase parte del colon por una inflamación y estrechamiento del intestino grueso.
El Vaticano indicó que el pontífice argentino, de 86 años, estará completamente sedado para el procedimiento que se realizará el miércoles por la tarde y pasará varios días hospitalizado en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli de Roma.
El papa padece una hernia “recurrente, dolorosa y agravada” formada sobre una cicatriz anterior, supuestamente de la operación de colon en 2021. Los expertos dicen que la formación de la hernia, llamada laparocele, es una complicación conocida de la cirugía intestinal.
Se le someterá a una operación a abdomen abierto, que le permite al cirujano diagnosticar y tratar diversos problemas. El hecho de regresar al quirófano indica que no podía dejar de tratar el problema intestinal, sobre todo en vista de la ajetreada agenda de viajes prevista para los próximos meses.
Francisco debería recuperarse en cuestión de semanas, pero el papa es un anciano delicado y no está en las mejores condiciones, dijo el doctor Walter Longo, jefe de cirugía colorrectal de la Facultad de Medicina de Yale. “La cirugía en un individuo delicado es riesgosa, pero si puede superarla, estará bien”, aseguró.
Francisco sigue al frente del Vaticano y de la Iglesia Católica con sus 1.300 millones de fieles, aunque esté inconsciente, de acuerdo con el derecho canónico.
En julio de 2021, Francisco permaneció 10 días en Gemelli para extirparle 33 centímetros (13 pulgadas) de intestino delgado. Según el Vaticano, había sufrido una grave inflamación y estrechamiento del colon. En una entrevista con The Associated Press en enero, Francisco dijo que la diverticulosis o protuberancias en la pared intestinal que lo habían llevado al quirófano en 2021 habían regresado.
Tras la operación en 2021, Francisco se lamentó de no haber respondido bien a la anestesia general utilizada en la intervención, que fue más larga que lo previsto. Esa reacción explicó en parte su negativa a operarse de la distensión de los ligamentos de rodilla que lo han obligado a usar silla de ruedas y andador desde hace más de un año.
Al papa argentino le retiraron parte de un pulmón cuando era joven. También padece de dolor del nervio ciático. A fines de marzo, Francisco pasó tres días en el Gemelli con bronquitis, para la cual lo trataron con antibióticos intravenosos. El 1 de abril, al salir del hospital, exclamó, “¡todavía vivo!”.
Después de la audiencia general semanal, el papa salió del Vaticano en su Fiat 500 poco después de las 11 y llegó al Gemelli unos 20 minutos después, escoltado por la policía.
“La estancia en el centro sanitario durará varios días para permitir un postoperatorio normal y una recuperación funcional completa”, agregó la nota. No se espera una actualización antes del fin de la operación.
Francis fue al Gemelli el martes para realizarse análisis, según el Vaticano, que no dio a conocer más detalles en ese momento.
El papa lucía en buen estado durante la audiencia matutina, al recorrer la Plaza de San Pedro en su papamóvil y saludar a los fieles. Previamente, tuvo otras dos reuniones, dijo el Vaticano.
Francisco ha mantenido una agenda ajetreada últimamente, con varias audiencias por día. Recientemente, el Vaticano confirmó una visita de cuatro días a Portugal durante la primera semana de agosto y otra igualmente larga a Mongolia a partir del 31 de agosto.
En una señal de que los viajes seguían confirmados, el Vaticano dio a conocer el martes el itinerario previsto para la visita a Portugal, donde Francisco asistirá a eventos de la Jornada Mundial de la Juventud del 2 al 6 de agosto. La agenda incluye las reuniones protocolares de una visita oficial de Estado, encuentros con los jóvenes y una visita de un día al santuario mariano en Fátima.