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Luis Ugalde, teólogo y sacerdote jesuita, cree que hay una cosa más importante que la elección primaria de la oposición: “la desesperación de la gente”.
“No se puede trivializar y decir: ‘bueno, viene una elección primaria y el gobierno va a hacer esta maniobra’. Todo eso es muy grave, pero lo más grave es que hay millones y millones de venezolanos que no pueden decir hoy que sus hijos van a comer”, expresó en una entrevista que concedió al programa Háblame Bajito, de Radio Fe y Alegría Noticias.
En ese sentido, criticó que los representantes de la oposición venezolana no han demostrado la capacidad de sentarse y ver la “tragedia que hay en el país”.
A juicio de Ugalde, la población venezolana siente un desapego a la política porque no se piensa en la situación del ciudadano “que gana 5 o 10 dólares mensuales” mientras el precio de la comida se dispara.
“Cuando esa persona se encuentra en esa tragedia, (los políticos) se ponen a pelear entre ellos”, aseveró.
Opinó que la gente no rechaza a la política, lo que sí desprecia es la “actitud política” de no concentrarse y poner todo el esfuerzo en unirse ante la “gravedad del hambre que vive el país”.
Para él, la elección primaria es el camino lógico, pero advirtió que hay muchos candidatos y no está garantizado que todos apoyen al ganador. “La oposición tiene que escoger a un candidato, pero todos después deben apoyarlo. Eso no está garantizado”, señaló.
Los síntomas que preocupan
En cuanto a los síntomas, que según Ugalde dan cuenta de la gravedad de la crisis que atraviesa el país, puso como ejemplo una investigación realizada por la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, la cual refiere que 96 mil maestros emigraron del país “porque con el sueldo que ganan no se puede vivir”.
“Es un síntoma gravísimo”, sentenció.
Por otro lado, calificó de barbaridad la modalidad de “horario mosaico”, donde los docentes dan clases solo dos días a la semana.
También afirmó que las escuelas públicas del país están “semi-cerradas” y las privadas hacen un esfuerzo por sobrevivir.
“Si la universidad recibe menos del 10 % del presupuesto que necesita, con menos del 10 % usted no puede hacer lo que hace con el 100 % del presupuesto. Eso es lo que están recibiendo en las universidades: no una, sino todas”, aseguró.
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