Frente a la iluminación tradicional -de bombillos de filamento eléctrico o con lámparas de vapor de sodio, mercurio y similares- la tecnología LED (siglas en inglés Lighting-Emitting Diode o Diodo emisor de luz) tiene significativas ventajas, no solo en hogares, sino también para pequeñas, medianas y grandes industrias, ya que permite reducir alrededor de 50% la facturación por consumo eléctrico y son dispositivos con mayor vida útil, que además no contaminan el ambiente.
El ingeniero Alfredo Gómez, exprofesor de la Universidad Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo) y asesor de Pickens, explicó que “una empresa que decide, por ejemplo, cambiar todo el sistema de luminarias con la instalación de equipos LED, requerirá la mitad de la potencia eléctrica para efectos de iluminación. En consecuencia, también se reducen los kilovatios hora en la misma proporción, por lo tanto, la facturación de este servicio será 50% más baja que antes”.
Señaló además que los hogares e industrias que utilizan tecnología LED obtienen ahorro en gastos al evitar pagar continuamente por reposición y mantenimiento. Indicó que “la vida útil de un bombillo LED es muy amplia, estamos hablando de más de 20.000 horas de uso, al menos cinco a diez veces más que un bombillo tradicional, lo que reduce al mínimo la necesidad de sustitución”.
Otros beneficios LED
El asesor de Pickens indicó que la iluminación LED no daña el medio ambiente porque esta tecnología no utiliza elementos pesados y contaminantes tales como: plomo, mercurio, cadmio o sodio, por ejemplo. Igualmente, estos bombillos no emiten radiaciones UV ni infrarrojas.
La resistencia y la fácil instalación también pueden mencionarse entre sus ventajas. Afirmó Gómez que “los bombillos LED son más resistentes a los golpes y vibraciones, y son mucho más livianos, lo cual facilita su instalación y no necesitan equipos auxiliares para el encendido, ya que este en una luminaria LED es instantáneo, y no requiere tiempo de espera”.
Tecnología en evolución
El experto destacó que la iluminación LED ha evolucionado considerablemente desde la década de los años 60, cuando el ingeniero norteamericano Nick Holonyak, desarrolló el primer LED para propósito comercial, en 1962, “la calidad de la luz es mejor que un bombillo de filamento eléctrico o de lámparas de descarga eléctrica”.
Añadió Gómez que “la luminosidad de los LED ha ido creciendo de forma exponencial, gracias al desarrollo de los semiconductores y los avances de los sistemas ópticos, “de hecho, se están consiguiendo de forma experimental rendimientos de hasta 300 lm/W (unidad de medida de la eficacia y la eficiencia luminosa)”.
La empresa Pickens tiene bombillos, tubos y reflectores LED de luz fría (luz blanca), -así como luz semicálida o cálida (luz amarilla)– para hogares, galpones, industrias y alumbrado exterior, con dos años de garantía, y que cumplen las certificaciones internacionales ISO 14001 (sobre cuidado medioambiental) e ISO 9001 sobre la calidad y eficiencia de sus productos.
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